INTRODUCCIÓN
El TDAH es un trastorno del
neurodesarrollo que comprende un patrón persistente de conductas de
desatención, hiperactividad e impulsividad. Se considera que el trastorno está
presente cuando estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que
es habitual según la edad y el desarrollo de la persona, y tales
manifestaciones interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar o
laboral, y en sus actividades cotidianas.
Los síntomas nucleares son:
2. Hiperactividad: exceso de movimiento
en situaciones en que resulta inadecuado hacerlo y en diferentes ámbitos (casa
y escuela); grandes dificultades para permanecer quieto cuando las situaciones lo requieren (levantarse del
asiento, tocarlo todo, "parecen movidos por un motor"); hablar en exceso y hacer
demasiado ruido durante actividades tranquilas.
3. Impulsividad: impaciencia,
dificultad para aplazar respuestas o esperar el turno; a menudo interrumpen y dan respuestas precipitadas
antes de que las preguntas hayan sido completadas;
actuar sin pensar, no evaluando las consecuencias de la conducta.
4. Déficit de atención:
dificultades para mantener la atención en tareas que suponen un esfuerzo mental sostenido; fácil distracción
ante estímulos irrelevantes, dificultad para seguir órdenes e instrucciones,
para organizar tareas y actividades, frecuentes olvidos y pérdidas de objetos;
a menudo parecen no escuchar.
Aunque estos síntomas tienden a
manifestarse juntos, algunas personas son predominantemente hiperactivas e
impulsivas y otras son predominantemente o solo inatentas. Padecer un TDAH es
un factor de riesgo evolutivo para el que lo padece y para su entorno. La
presencia de los síntomas nucleares del TDAH, conlleva un peor uso de las
capacidades cognitivas y puede tener importantes repercusiones en el
comportamiento, ocasiona alteraciones a nivel médico, cognitivo, emocional y
conductual. De esta manera, tener un TDAH aumenta el riesgo de morbimortalidad
(Dalsgaard S. et al, 2015), problemas de aprendizaje y fracaso escolar, problemas
emocionales, trastornos de la conducta, psicopatología comórbida asociada,
problemas de interacción y comunicación social, que condicionan el pronóstico
evolutivo y funcional del niño/a que presenta un TDAH. El adulto con TDAH puede
presentar trastornos de personalidad, trastorno bipolar, trastorno
obsesivo-compulsivo, abuso de sustancias, mayor riego de morbimortalidad y
problemas con la justicia.
ORIGEN
La etiología del TDAH sigue
investigándose, existen en la actualidad numerosos estudios genéticos que
demuestran la heredabilidad del trastorno; de neuroimagen que evidencian
anomalías estructurales y funcionales en el cerebro de los pacientes con TDAH;
estudios sobre la implicación de factores biológicos no genéticos del periodo
prenatal y perinatal y factores neurotróficos. Asimismo se han demostrado
interacciones entre los factores biológicos y los factores ambientales, que
aunque no se consideran causales por sí mismos, pueden influir en la magnitud y
la evolución del TDAH modificando la expresión clínica de la carga genética.
Los modelos explicativos más
importantes del TDAH son el déficit de atención, el déficit del control
inhibitorio y la alteración en las funciones ejecutivas del cerebro, que son
las responsables de gestionar las funciones cognitivas del mismo (Barkley,
1997; Brown, 2006).
El conjunto de las funciones
ejecutivas son:
a) Inhibición o habilidad para
resistir a los impulsos y detener una conducta en el momento apropiado
b) Flexibilidad, entendida como
la habilidad para hacer transiciones y tolerar cambios, flexibilidad para
resolver problemas y pasar el foco atencional de un tema a otro cuando se requiera
c) Control emocional o regulación
de las emociones
d) Iniciativa o habilidad para
iniciar una tarea o actividad sin ser incitado a ello
e) Memoria de trabajo o capacidad
para mantener información en la mente con el objeto de completar una tarea,
registrar y almacenar información o generar objetivos
f) Organización, que implica la
habilidad para ordenar la información e identificar las ideas principales o los
conceptos claves en tareas de aprendizaje, y la planificación involucra plantearse
un objetivo y determinar la mejor vía para alcanzarlo; g) Orden o habilidad
para ordenar las cosas del entorno y tener la certeza que los materiales que se
necesitan para realizar una tarea estén disponibles
h) Control o supervisión, que
comprende el hábito de controlar el propio rendimiento durante la realización
de una tarea o inmediatamente tras finalizar la misma con el objeto de
cerciorarse de que la meta propuesta se haya alcanzado apropiadamente, y el
autocontrol, que refleja la conciencia del niño acerca de los efectos que su
conducta provoca en los demás. Las personas con TDAH experimentan mayor
dificultad en el desarrollo y uso de estas funciones que la mayoría de las
personas de la misma edad y nivel de desarrollo. (Brown, 2006)
Una vez revisada la literatura se
presentan dos posturas claramente definidas en cuanto a la conceptualización
del problema:
- El modelo fisiopatológico, que
entiende el TDAH como un trastorno neurológico definido por la presencia de uno
o más de los tres síntomas principales (inquietud, desatención e impulsividad)
y que considera como comorbilidad cualquier otro síntoma que frecuentemente se
presenta asociado. Este modelo entiende que los factores psicológicos y
psicopatologicos, además de implicar un gran sufrimiento y malestar, tienen un
papel determinante en las manifestaciones del TDAH y no son sólo comorbilidades
sobreañadidas a un trastorno neurólogoico puro
- El modelo psicopatológico que,
además de contemplar la base orgánica, da una explicación mas integradora y
amplia otorgando también peso específico a los aspectos relacionales, sociales
y ambientales y considerando los otros síntomas concurrentes como parte del trastorno
cuando no su causa primaria.
En este Escenario surge la
necesidad de buscar respuestas operativas, por lo que últimamente y dada la
gran demanda que está generando, han surgido numerosas guías de práctica
clínica de fiabilidad y aplicabilidad desigual.
SINTOMATOLOGIA/CRITERIOS DE
GRAVEDAD
En el TDAH existen tres
presentaciones clínicas: 1) con predominio de la sintomatología de inatención,
2) con predominio de los síntomas de hiperactividad e impulsividad, y 3)
combinada, caracterizada por la conjunción de las dos anteriores.
Criterios de gravedad
LEVES:
Se considera leve cuando
las únicas repercusiones son en el rendimiento escolar, sin observarse
deterioro ni en la relación con los iguales, ni en la dinámica familiar.
MODERADOS:
Incidencia en la
esfera escolar, relación con iguales, dinámica familiar y actitudes
oposicionistas
GRAVES:
(deterioro en todas las
áreas de relación del menor y fragilidad en las medidas de apoyo,
acompañamiento y soporte).
Además de los síntomas nucleares
(inatención, hiperactividad e impulsividad) del TDAH, el 63% de los niños
presentan tres o más síntomas no nucleares al diagnóstico, que son en muchas ocasiones
los que motivan la consulta y el objetivo principal a mejorar con el
tratamiento, además de la mejora de los síntomas nucleares
.
DIAGNOSTICO
El diagnóstico del TDAH debe
realizarse con un enfoque Bio-Psico-Social, basado en la clínica, ya que no
existe en la actualidad ninguna prueba analítica o psicométrica que pueda
considerarse diagnóstica.
Es importante realizar una
detección precoz. Para ello en los controles de salud sobre todo a partir de
los 6 años se puede utilizar el “Cuestionario de evaluación o detección precoz
del TDAH
Para realizar el diagnóstico de
TDAH se requiere que el niño cumpla como criterio de inclusión los criterios
diagnósticos del DSM-5 y/o CIE 10. Y como criterio de exclusión, que no exista otra
mejor explicación alternativa para los síntomas. La historia clínica es la columna
vertebral de la evaluación y debe ser lo más detallada posible para conocer
todos los aspectos del desarrollo, salud, factores psico-socio-familiares del
niño, además de los síntomas específicos del TDAH.
Se debe comprobar que los
síntomas sean suficientes en número e intensidad. El TDAH es un trastorno
dimensional, no categorial, es decir, los síntomas no son en sí mismos una
manifestación anormal, el cumplimiento del criterio viene dado porque se
presentan con una frecuencia e intensidad que son desadaptativas para el
funcionamiento del niño y no se corresponden a su nivel de desarrollo.
Los síntomas deben haber
aparecido antes de los 12 años y estar presentes todos o algunos de ellos en
varios ámbitos. Y lo que marca realmente el umbral diagnóstico es que
interfieren en la vida del niño de manera importante, ya sea en su rendimiento
académico, social, emocional, e incluso en su tasa de morbi-mortalidad
(Dalsgaard S. et al, 2015) (Fernández Jaén, A. et al, 2016)
Para no cometer sesgos, la
información para comprobar los criterios diagnósticos, debe obtenerse de varios
informantes (el niño-a, padres y/o cuidadores principales, profesores, etc.),
en varios ámbitos (familia, escuela) y a través de varios métodos (Historia
clínica, entrevistas, escalas, observación directa, etc.) y además teniendo en
cuenta factores psicosociales exógenos y endógenos que puedan influir en la
aparición o expresión de los síntomas. Es obligado descartar las patologías
psiquiátricas comórbidas, ya que condicionan el pronóstico y el plan terapéutico.
TRATAMIENTO
El abordaje terapéutico debe ser
multidisciplinar y que las decisiones sobre el tratamiento deben
individualizarse para atender las necesidades concretas del paciente y familia,
concordar los objetivos, desarrollar un plan y evaluar la respuesta. En
relación al tratamiento, se señala como más eficaces los denominados
multimodales, en los que confluyen las orientaciones psicopedagógicas en el
nivel educativo, y los tratamientos psicológicos cognitivo-conductuales como
primera opción, complementados por los farmacológicos
Buenas,tengo terribles problemas de pareja, mi mujer y mi hijo tienen TDAH. Mi mujer, 45 de edad, fue diagnosticada hace un año escaso.Está medicada, y bajo terapia, aunque con un sicólogo no especialista en TDAH, y como continuación del tratamiento contra la depresion que la ha tenido de baja 16 meses. Llevamos muchos años pasandolo mal. Como marido de alguien con TDAH, estoy sicológicamente muy afectado. Aunque estoy en terapia desde hace medio año, todas mis "estrategias" fallan. La convivencia está deterioradísima, y el matrimonio no se ha ido a pique ya por una mera cuestión económica. Me siento muy reflejado con mucho de lo que se cuenta en el libro de Gina Pera: Eres tú, soy yo, o es el TDAH adulto? pero a diferencia de cuando se trata niños, donde TODO el mundo, familia, personal docente, médico y psicológico se involucra, cuando se trata de TDAH adulto, la terapia es individual y "cerrada". Me encuentro desesperado; si no fuera por que hago ejercicio regular casi cada día, creo que estaría yo también de baja por depresión, o "burn-out". Quería preguntar si podría por favor darme referencia de posibles grupos de apoyo online. Para colmo vivimos en Alemania, y yo trabajo fuera de casa de Lunes a Viernes. Gracias anticipadas por su ayuda.
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