Diversos estudios han demostrado que las causas físicas del TDAH pueden encontrarse en la corteza prefrontal del cerebro, responsable de las funciones cognoscitivas superiores, de la inhibición comportamental, la introspección, la memoria de trabajo, el enfoque atencional y la vigilancia.
Los investigadores y neurocientíficos han comprobado que los pacientes que sufren TDAH presentan en este área del cerebro ciertas diferencias anatómicas frente a los que no padecen este trastorno. Y el componente indicado para tratar el TDAH, el metilfenidato, también tiene efectos físicos sobre el cerebro del paciente, además de modificar y mejorar su conducta, según revelan estos estudios.
Estas conclusiones fueron presentadas por el Doctor Alberto Fernández Jaén, Jefe de Neuropediatría Infantil de la Clínica Quirón de Madrid, en unas jornadas organizadas recientemente por la Fundación de Ayuda a la Infancia de Castilla y León (Fundaicyl). Este Doctor explicó al auditorio que se ha realizado un estudio en el que se analiza la corteza frontal de un grupo de niños con TDAH frente a otro grupo de niños que no padece este trastorno.
Posteriormente, se selecciono solo el grupo de niños con TDAH y se les dividió en dos grupos. A un grupo de estos niños les trató con metilfenidato y, al resto del grupo de pacientes con TDAH se les proporcionó placebo u otras terapias.
Según los últimos estudios, al cabo de cinco años con dichos tratamientos, se comprobó que la corteza prefrontal de los niños que habían sido medicados con metilfenidato habían modificado su estructura cerebral pareciéndose mucho más a los sujetos que no padecían TDAH. Sin embargo, el resto de pacientes con TDAH a los que se les había tratado con terapias alternativas o con placebo seguían manteniendo una estructura de la corteza prefrontal igual que la que tenían anteriormente.
Los investigadores y neurocientíficos han comprobado que los pacientes que sufren TDAH presentan en este área del cerebro ciertas diferencias anatómicas frente a los que no padecen este trastorno. Y el componente indicado para tratar el TDAH, el metilfenidato, también tiene efectos físicos sobre el cerebro del paciente, además de modificar y mejorar su conducta, según revelan estos estudios.
Estas conclusiones fueron presentadas por el Doctor Alberto Fernández Jaén, Jefe de Neuropediatría Infantil de la Clínica Quirón de Madrid, en unas jornadas organizadas recientemente por la Fundación de Ayuda a la Infancia de Castilla y León (Fundaicyl). Este Doctor explicó al auditorio que se ha realizado un estudio en el que se analiza la corteza frontal de un grupo de niños con TDAH frente a otro grupo de niños que no padece este trastorno.
Posteriormente, se selecciono solo el grupo de niños con TDAH y se les dividió en dos grupos. A un grupo de estos niños les trató con metilfenidato y, al resto del grupo de pacientes con TDAH se les proporcionó placebo u otras terapias.
Según los últimos estudios, al cabo de cinco años con dichos tratamientos, se comprobó que la corteza prefrontal de los niños que habían sido medicados con metilfenidato habían modificado su estructura cerebral pareciéndose mucho más a los sujetos que no padecían TDAH. Sin embargo, el resto de pacientes con TDAH a los que se les había tratado con terapias alternativas o con placebo seguían manteniendo una estructura de la corteza prefrontal igual que la que tenían anteriormente.