lunes, 24 de octubre de 2016

Estudios sobre trastornos de la conducta alimentaria y TDAH

Un 23,5% de los niños y adolescentes aragoneses que padecen un trastorno de la conducta alimentaria presentan también síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, conocido como TDAH. Así se desprende de un estudio pionero realizado en las consultas de Psiquiatría Infantil del Hospital Clínico Lozano Blesa, la unidad de referencia en Aragón para el abordaje de este tipo de casos.
El psiquiatra Pedro M. Ruiz Lázaro, quien dirige la tesis doctoral de la doctora Barrera, expondrá este viernes en Madrid los resultados de este estudio elaborado a lo largo de 2015 con una muestra de 119 pacientes menores de edad que son atendidos en las consultas de Psiquiatría Infantil del Hospital Clínico de Zaragoza.
“La impulsividad asociada al TDAH -explica el doctor Ruiz- favorece que haya muchas comorbilidades asociadas a este trastorno”. O lo que es lo mismo, incrementa la posibilidad de que ese niño o adolescente desarrolle otras patologías asociadas, como son los trastornos de la conducta alimentaria de tipo bulímico, atracones, o el riesgo de que en su etapa adulta tenga problemas por consumo y abuso de drogas.
“Cuanta más comorbilidad aparece, el pronóstico es peor, pero si abordamos este tipo de casos de forma interdisciplinar, ofreciendo tratamiento para todos los problemas asociados, la probabilidad de éxito es mayor”, defiende este psiquiatra que forma parte del Grupo de Especial Interés en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (GEITDAH).
De la comorbilidad asociada a este trastorno y de los factores de riesgo que están detrás versará la ponencia de este especialista aragonés en Madrid, ciudad que acoge este viernes un congreso organizado por el grupo GEITDAH para abordar los últimos avances en el manejo clínico del TDAH.
Desde sus inicios, en el año 2007, este grupo dirigido por el psiquiatra Francisco Montañés, profesor de Medicina en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha profundizado en el diagnóstico y el tratamiento del TDAH en un momento en el que esta afección está cobrando relevancia en la sociedad. “El TDAH no se enseñaba en las facultades de Medicina hasta hace relativamente poco, pero ha existido siempre. Cuando yo empecé a ver este trastorno, ningún especialista de adultos trataba con medicación a pacientes con TDAH, y sin embargo ahora se ven muchos casos de adultos a los que se les confirma el diagnóstico y se les trata”, subraya Montañés.
Profundizar en el estudio de las comorbilidades asociadas a este trastorno es uno de los grandes retos que la comunidad médica se plantea resolver en los próximos años. El estudio pionero realizado en el Hospital Clínico despeja algunos de esos interrogantes, pero los frentes abiertos son varios: desde la relación de este trastorno con el riesgo de desarrollar obesidad a su vínculo con la adicción a las nuevas tecnologías, algo que ya se ha demostrado. “Los TDAH son los pacientes que más se enganchan al uso de dispositivos electrónicos -móviles, tablets, ordenadores-. Antes no sabíamos cómo enfocarlo y ahora ha pasado a ser uno de los problemas principales de este trastorno que no acaba en la infancia”, apostilla Montañés, quien asegura pautar tratamientos con tiempos de ‘abstinencia’ y recomienda asimismo la supervisión de los padres. “Los niños no se pueden autoregular. Los adultos se tienen que dar cuenta de que el móvil no es inofensivo y de que hay que controlar su uso”, añade.
Otra parte de la comorbilidad de este trastorno se asocia a problemas de electoescritura y es que, según datos de este especialista, es frecuente que en un 20% de los casos de TDAH se vean otros trastornos relacionados con estas habilidades educativas. “Hay que explorar esa comorbilidad asociada porque si no el paciente va a tener una muy mala evolución”, señala.
En cualquier caso, la respuesta a este tipo de casos se debe dar en los diferentes ámbitos y de una forma coordinada entre psiquiatras, pediatras, psicopedagogos y educadores. “Los profesionales han de ponerse de acuerdo sobre cómo tratar a esos pacientes. Todos tenemos que hablar con todos y la coordinación para que esto funcione bien debe ser promocionada por las instituciones, pero si no surge de abajo para arriba, con la iniciativa de los propios profesionales, esto no funcionará”, concluye Montañés.

Cataluña.-Crecen un 55% las primeras visitas de adolescentes por TDAH en centros de salud mental


Las primeras visitas atendidas en centros de salud mental infantil y juvenil (CSMIJ) del sistema sanitario público catalán por trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) de adolescentes entre 12 y 17 años han aumentado un 55,2% entre 2010 y 2014.
Según datos de la Conselleria de Salud, consultados por Europa Press, las primeras visitas atendidas en este grupo de edad por TDAH pasaron de 939 en 2010 a 1.458 en 2014, y las de menores de 12 años, aumentaron pero menos, un 10%: de 2.071 en 2010 a 2.285 en 2014.
Los pacientes en TDAH tratados con fármacos a cargo de la red sanitaria pública catalana ascendieron un 5,2% en los jóvenes en un año –de 10.149 en 2013 a 10.680 en 2014, mientras que el tratamiento farmacológico se redujo casi un 6% en el caso de los menores de 12 años.
En declaraciones a Europa Press, el psicólogo clínico José Ramón Ubieto, ha sostenido que “cada vez más, escuela, pediatras y familias llaman TDAH a dificultades y malestares infantiles”, razón por la que acuden a los CSMIJ para que confirmen esta sospecha, lo que puede suceder con un diagnóstico simplista.
Ubieto, autor del libro ‘TDAH. Hablar con el cuerpo’ sobre la subjetividad del proceso de comprender este trastorno: “El TDAH es la primera manera de nombrar una dificultad que tiene nuestro hijo en la escuela, sin pararnos a pensar en un problema conductual o de adaptación en vez de una enfermedad”.
Según él, la diferencia del número de visitas entre jóvenes y niños se debe a que la adolescencia es un momento más delicado a nivel educativo porque es mucho más complicado establecer cierto orden en clase: “La escuela ha dejado en manos de la psicología y la psiquiatría problemas que son educativos”.
RELACIÓN CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
El psicólogo ha alertado del riesgo que supone un diagnóstico de TDAH enmascarado con un problema educativo porque se responsabiliza al adolescente, hecho que lanza un mensaje de que “no debe hacer nada porque tiene una enfermedad”.
También ha relacionado el aumento de estas dificultades con la aparición de los móviles inteligentes, videojuegos e Internet porque ofrecen una gran cantidad de estímulos: “Nuestra sociedad es hiperactiva: estás mirando la televisión, ‘whatsappeando’ y dándole a la consola”.
ENTRE EL 5% Y EL 10% DE LOS ADOLESCENTES
Según la Conselleria de Salud, entre el 5% y el 10% de los menores de 18 años sufre este trastorno, y los casos atendidos en los CSMIJ han pasado de representar un 14,84% en 2008 a un 23,46% en 2013 –13.738 jóvenes–.
El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico que se inicia durante la infancia y comporta un patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad –o una combinación–, que condicionan las funciones básicas de la actividad diaria, como el aprendizaje o las relaciones sociales.
Según Salud, el TDAH se asocia con frecuencia con otros trastornos como los de aprendizaje, el trastorno negativista desafiante o de conducta, de estado de ánimo, la ansiedad o el autismo, por lo que “es importante un diagnóstico válido y específico del trastorno”, diferenciado de la comorbilidad.

Más del 50% de los pacientes con TDAH y depresión moderada reduce la dosis de fármacos con terapia asistida con animales

Más del 50% de los pacientes con TDAH y depresión moderada reduce la dosis de fármacos con terapia asistida con animales

Más del 50 por ciento de los pacientes con depresión leve o moderada, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o discapacidad psíquica leve consigue reducir las dosis de medicamentos cuando reciben terapia asistida con animales, especialmente con perros.
Así lo ha asegurado este lunes la psiquiatra del Hospital de Torrejón (Madrid), Helena Díaz, en cuyo hospital se ha llevado a cabo un programa para conocer los beneficios que los tratamientos con perro aportan a estos pacientes y, también, a los jóvenes que padecen esquizofrenia.
Si bien a estos últimos, las terapias asistidas con animales no consigue reducir los tratamientos farmacológicos ya que sus dosis “están más ajustadas”, las personas mayores con depresión moderada, los niños con TDAH y los adultos con algún tipo de discapacidad psíquica sí que experimentan “importantes beneficios” a los seis meses de estar con estos animales, los cuales han sido previamente adiestrados por profesionales expertos para realizar sesiones de unos 50 minutos o 55 minutos entre una y dos veces por semana.
“Aporta beneficios a nivel cognitivo, emocional-afectivo, físico y a nivel social. Y es que, hemos comprobado que las terapias asistidas con perros, las cuales nunca son sustitutivas al resto, sino complementarias, mejoran la atención y concentración de los pacientes, la comunicación verbal, la memoria, la ejecución y resolución de problemas, aumenta la motivación e, incluso, ayudan a disminuir la ansiedad y los miedos de los pacientes”, ha argumentado Díaz.
MARCA “UN ANTES Y UN DESPUÉS” EN LOS PACIENTES
Pero también, tal y como ha señalado la directora de la Asociación Yaracán, Begoña Morenza, ayudan a los niños con cáncer, con parálisis cerebral y con esclerosis múltiple. En este sentido, un paciente con EM ha asegurado que tener un perro ha marcado “un antes y un después” en su vida, ya que le ayuda en sus tareas diarias y le aporta “mucho” cariño. “Es como una herramienta de trabajo, me ayuda a coger las cosas del suelo porque yo no puedo, me abre la puerta y me hace compañía”, ha reconocido.
Del mismo modo, los animales ayudan también a los propios profesionales sanitarios ya que la estimulación que provocan a los pacientes les permite trabajar mejor con ellos. “El ambiente de seguridad y calma que les aporta nos ayuda a los psicólogos a adentrarnos en determinadas parcelas psíquicas del enfermo o a los rehabilitadores a manejar mejor su musculatura”, ha apostillado la psicóloga del Colegio Los Álamos de Madrid, Bárbara Lorenzo.
No obstante, el portavoz del Colegio Profesional de Veterinarios de Madrid, Gonzalo Giner, ha avisado de que no todos los perros sirven para estas terapias, siendo los que aprenden más rápido y los que se concentran mejor (como por ejemplo los pastores alemanes) los más indicados para asistir a estos pacientes.
Asimismo, Morenza ha recordado la importancia de que el animal también “disfrute” de estos momentos y no se convierta en una actividad estresante, y ha advertido no a todos los enfermos se les recomienda dado que, en algunos casos, puede ser contraproducente. Por ello, los expertos han subrayado la necesidad de que estos tratamientos sean realizados por profesionales especializados en la materia.

Farmacogenética de la respuesta y tolerabilidad del metilfenidato en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Farmacogenética de la respuesta y tolerabilidad del metilfenidato en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad


Resumen
El metilfenidato (MPH) es el tratamiento farmacológico utilizado con mayor frecuencia en niños con trastorno por déficit de atención / hiperactividad. Sin embargo, existe una considerable variabilidad interindividual en el resultado clínico, lo que puede reflejar las influencias genéticas subyacentes. Se han analizado 57 polimorfismos de un solo nucleótido en 9 genes candidatos relacionados con la dopamina (TH, DBH, COMT, DAT1 y DRD1-5) como posibles predictores de la eficacia y tolerabilidad del MPH, y hemos considerado los factores de riesgo prenatal y perinatal como riesgos ambientales que pueden influir en los efectos del tratamiento en un análisis de genes-medio ambiente. Nuestros resultados proporcionan evidencia de la contribución de DRD3 (p = 0,041; odds ratio (OR) = 4,00), DAP (P = 0,032, OR = 2,85), TH (P = 5.5e-03; OR = 4,34) y el tabaquismo prenatal (P = 1.7e-03; OR = 5,10) a la eficacia clínica del MPH, con un mayor riesgo de fracaso del tratamiento en sujetos genéticamente susceptibles cuyas madres fumaron durante el embarazo. Los eventos adversos después del tratamiento con MPH se asociaron significativamente con la variación en DHB (P = 6.4e-03; OR = 0,28) y DRD2 (P = 0,047, OR = 3,76). Este estudio sugiere que el sistema dopaminérgico junto con la exposición del tabaco en el embarazo puede moderar los efectos del tratamiento del MPH.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: http://www.nature.com/tpj/index.html
Abstract
Methylphenidate (MPH) is the most frequently used pharmacological treatment in children with attention-deficit/hyperactivity disorder. However, a considerable interindividual variability exists in clinical outcome, which may reflect underlying genetic influences. We analyzed 57 single-nucleotide polymorphisms in 9 dopamine-related candidate genes (TH, DBH, COMT, DAT1 and DRD1-5) as potential predictors of MPH efficacy and tolerability, and we considered prenatal and perinatal risk factors as environmental hazards that may influence treatment effects in a gene-by-environment analysis. Our results provide evidence for the contribution of DRD3 (P=0.041; odds ratio (OR)=4.00), DBH (P=0.032; OR=2.85), TH (P=5.5e-03; OR=4.34) and prenatal smoking (P=1.7e-03; OR=5.10) to the clinical efficacy of MPH, with a higher risk for treatment failure in genetically susceptible subjects whose mother smoked during pregnancy. Adverse events after MPH treatment were significantly associated with variation in DBH (P=6.4e-03; OR=0.28) and DRD2 (P=0.047; OR=3.76). This study suggests that the dopaminergic system together with prenatal smoking exposure may moderate MPH treatment effects.

Trabajar para conseguir que el TDAH pase de disfunción a una ‘condición de personal’

Aunque en ocasiones el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se trata de esta disfunción neurobiológica que afecta a entre el cinco y el siete por ciento de la población y que se diagnostica de media a los ocho años, al surgir una alarma ya sea en el entorno familiar o escolar es cuando se percibe una dificultad en el control de las emociones o un nivel inapropiado de inatención.
A partir de ahí, se inicia un largo proceso para abordar esta disfunción y ”que deje de ser un trastorno para convertirse en una condición personal”, comenta el presidente de la Asociación de TDAH de Palencia, José Antonio Hoyos, un organismo que trabaja para desarrollar actividades informativas y formativas orientadas a familias porque “es fundamental que los padres sepan qué les pasa a sus hijos para que puedan actuar”, valora el presidente de la asociación.
“Es esencial dar pautas a las familias para que en casa trabajen algo tan importante como la psicoeducación familar”, ya que “si todo esto no se entiende pueden derivarse problemas de fracaso escolar, personal y social como las adicciones o la agresividad”, sentencia José Antonio Hoyos.
Para ello, esta asociación palentina dispone de un gabinete de psicólogos que dan apoyo a familias o actividades que complementan la formación de los niños con TDAH, como el nuevo taller de ‘Mejora del rendimiento mental’, que se realiza en el aula informática de la asociación y que está orientado a entrenar las funciones ejecutivas de los niños de cara a potenciar sus habilidades cognitivas y que está impartido por una psicóloga y una psicopedagoga que trabajan con ellos mediante el programa informático NeuronUP durante dos sesiones semanales.
De forma previa al inicio de este taller, la psicóloga realiza una evaluación previa con el fin de “mejorar la atención, la concentración y el control de los impulsos en los niños de la forma más personalizada posible”, según destaca José Antonio Hoyos, que además valora el taller como una actividad “muy positiva” y comenta que la voluntad de la asociación es que crezca.
Hoyos añade que, “además de estos talleres, ofrecen atención psicológica personalizada a las familias”, un servicio orientado a los padres no sólo en el momento de la detección del TDAH en sus hijos, sino a posteriori, “para que obtengan pautas y formas de educar que garanticen el éxito final”, argumenta el presidente de la asociación de Palencia.
Junto a esta labor, está la orientación a los padres sobre cómo han de ser tratados los niños en los centros escolares, ya que “los colegios deben saber entenderlos y darles el apoyo que necesitan”, manifiesta Hoyos, y es que que el TDAH está contemplado en la Lomce como uno de los cinco grupos de Atención a la Diversidad.
Acciones que Hoyos tilda de “muy importantes” para la vida escolar de los niños y jóvenes, ya que hay estudios que cuantifican que el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad puede restar un 30 por ciento de su nota académica, según apuntan desde el organismo palentino.
Así las cosas, el conjunto de las actividades de la asociación están orientadas también a mejorar la autoestima en los niños y niñas, ya que “en muchas ocasiones los niños sienten que valen poco”, explica el responsable del organismo.
Diagnóstico y tratamiento
Una vez dada la alarma en los entornos escolar, familiar y social se inicia un proceso previo de evaluación y, en el caso de que se cumplan los parámetros que se contemplan dentro de esta disfunción, el niño es derivado al sistema sanitario. En concreto, al área de psicología infantil y juvenil de SACyL, que es quien realiza el diagnóstico definitivo.
Pero, bien es cierto que, hay expertos que alarman de un sobrediagnóstico del TDAH en la actualidad, aunque José Antonio Hoyos apunta a que ”no existe tal sobrediagnóstico, sino un diagnóstico mal realizado” porque “ahora puede resultar más cómodo definirlo como TDAH sin ahondar en otra serie de factores”. Es por ello que, desde la asociación exigen la realización de un “auténtico” diagnóstico diferencial.
Tras este proceso, comienza el tratamiento que, hoy en día, pasar por la farmacología ya que “resulta rápido y barato”, comenta Hoyos, aunque ”lo complejo y lo caro es seguir un programa de entrenamiento de las funciones ejecutivas”. Asimismo, desde la asociación aseguran que este tratamiento a base de fármacos “no tiene por qué estar presente necesariamente” y señalan que la psicoeducación familiar es “efectiva” y puede evitar recurrir a la farmacología, pese a que el 80 por ciento de los afectados siguen un tratamiento de estas características.
Cabe desatacar que, aunque hasta hace poco tiempo se pensaba que la disfunción desaparecía en la edad adulta, los estudios han comprobado que el TDAH persiste en la mitad de los casos, aunque “las personas adoptan habilidades y estrategias para que se note los menos posible y que sus vidas sean lo menos caóticas que se pueda”, comenta el responsable de la asociación de TDAH de Palencia.

Escala para el deteriroro funcional en poblacion tdah


Entender y medir el deterioro funcional de diversos niños con TDAH. Construcción de la escala -FX con una muestra comunitaria en situación de riesgo

El presente estudio buscó desarrollar una medida culturalmente apropiada de deterioro funcional relacionado con el TDAH para diversas familias, tal como la investigación sugiere que el deterioro funcional puede ser un constructo cultural más universal que la sintomatología. Setenta y cuatro padres latinos de bajo nivel cultural (49 madres y 25 padres) de niños en edad escolar proporcionaron respuestas cuantitativas y cualitativas sobre el reconocimiento del problema después de ver un vídeo sin lenguaje de un niño que presenta síntomas y comportamientos consistentes con el TDAH.
Se desarrollaron treinta y dos ítems para la escala ADHD-FX basado en las respuestas más comunes dadas por los participantes. La escala está disponible en español e Inglés e instruye a los padres a considerar la cantidad de cada item que afecta a su hijo en su vida cotidiana (desde 0 = en absoluto a 3 = mucho).
La escala puede proporcionar una puntuación general por deterioro, así como puntuaciones de subescala en los dominios derivados teóricamente de deterioro académico, por pares, y familiar.
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Abstract
Objective: The current study sought to develop a culturally appropriate measure of functional impairment related to ADHD for diverse families, as research suggests that functional impairment may be a more culturally universal construct than symptomatology.
Method: Seventy-four low-acculturated Latino parents (49 mothers and 25 fathers) of school-aged children provided quantitative and qualitative responses about problem recognition after viewing a language-free video of a child displaying symptoms and behaviors consistent with ADHD.
Results: Thirty-two items were developed for the ADHD-FX scale based on most common responses given from participants. The scale is available in Spanish and English and instructs parents to consider how much each item affects their child in his or her everyday life (from 0 = not at all to 3 = a lot).
Conclusions: The scale can provide an overall impairment score, as well as subscale scores in the theoretically derived domains of academic, peer, and familial impairment.

Diseñan una tabla de crecimiento, para determinar problemas de atencion

Una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan (UM), en Estados Unidos, sugiere que podría ser posible crear una tabla de crecimiento de las redes cerebrales que pudiera identificar los primeros signos de dificultades de atención y, posiblemente, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
El equipo de científicos diseñó la tabla de crecimiento experimental mapeando el desarrollo de las redes cerebrales en más de 500 niños y adolescentes. Los investigadores encontraron redes que están subdesarrolladas en los menores que tienen dificultades de atención.
Aunque es demasiado pronto para comenzar a ofrecer este tipo de gráficos a las familias, el desarrollo futuro de la técnica podría significar mejores oportunidades para que los niños reciban un diagnóstico firme de TDAH antes. También podría ayudar a evaluar si su tratamiento del TDAH está mejorando su funcionamiento de atención, ayudándole en la escuela y la vida.
La investigación, publicada en ‘Archives of General Psychiatry’, muestra el potencial como “biomarcadores” de los problemas de atención de las imágenes cerebrales, pero la idea podría extenderse a otros trastornos psicológicos. Las tablas de crecimiento tradicionales muestran la altura y el peso de un niño como puntos en las curvas que se basan en datos de cientos de miles de otros niños e indican el desarrollo normal, cerca de lo normal y problemático.
“Las curvas de crecimiento permiten a una familia y su médico detectar rápidamente problemas de desarrollo, y cuando se considera necesario, intervenir de manera apropiada”, dice la líder del equipo y psiquiatra en la UM Chandra Sripada. “En el futuro, queremos proporcionar a los médicos el mismo tipo de orientación sobre el desarrollo del cerebro como hacemos con cuestiones como la altura y el peso”, añade.
Los científicos pusieron en marcha la investigación sobre diagramas de crecimiento después de notar un hueco en el estado de la ciencia. El autor líder Daniel Kessler, explica: “Sabíamos que la capacidad para mantener la atención durante mucho tiempo aumenta de manera espectacular durante la infancia y adolescencia. También sabemos que en el mismo periodo de tiempo, hay grandes cambios en las redes del cerebro implicadas en la atención. Se nos ocurrió la idea de cartografiar el crecimiento como una manera de probar si estos dos patrones se relacionan: ¿los niños con redes cerebrales subdesarrolladas también tienen más dificultades con la atención?”.
TABLAS QUE REFELJAN REDES DE CONECTIVIDAD CEREBRAL
Junto con su colega Michael Angstadt, los investigadores utilizaron datos de 519 niños y adolescentes que tenían pruebas genéticas, imágenes cerebrales y pruebas de su desarrollo cognitivo como parte de ‘Philadelphia Neurodevelopmental Cohort’, de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos.
Los investigadores crearon tablas de crecimiento que reflejaban la configuración de lo que se denominan redes de conectividad intrínsecas, que son importantes unidades de la organización funcional del cerebro. La forma en la que interactúan estas redes puede ser la clave para la atención saludable. Por ejemplo, una llamada red neuronal por defecto parece estar implicada en soñar despierto y enfocada interiormente hacia el pensamiento, mientras que otro conjunto de redes está implicado en tareas cognitivamente exigentes.
A medida que crecemos de niños en adultos, estos dos sistemas se vuelven más definidos y separados, trabajando en conjunto como pistones: cuando uno está encendido, el otro se apaga. Sin embargo, en los niños y las personas con dificultades de atención, los “pistones” a menudo fallan: la red en modo automático se enciende y se interrumpen las otras redes, cortándose así la atención.
Los investigadores que reunieron los datos en los que se basa la curva de crecimiento midieron el funcionamiento de la atención mediante una prueba estándar en la que los niños tenían que responder a una secuencia de letras y números en una pantalla de ordenador.
Los investigadores de Michigan compararon el desarrollo del cerebro que se ve en las imágenes para el funcionamiento atención. Resultó que en realidad podría predecir cómo lo haría un niño en la prueba de atención centrándose en su lugar en la tabla de crecimiento de la red cerebral. Los niños con síntomas de TDAH y los que tenían un rendimiento más bajo para su edad en las pruebas de atención estaban más lejos de la curva de desarrollo de la red cerebral.

Diseñan una tabla de crecimiento, para determinar problemas de atencion

Una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan (UM), en Estados Unidos, sugiere que podría ser posible crear una tabla de crecimiento de las redes cerebrales que pudiera identificar los primeros signos de dificultades de atención y, posiblemente, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
El equipo de científicos diseñó la tabla de crecimiento experimental mapeando el desarrollo de las redes cerebrales en más de 500 niños y adolescentes. Los investigadores encontraron redes que están subdesarrolladas en los menores que tienen dificultades de atención.
Aunque es demasiado pronto para comenzar a ofrecer este tipo de gráficos a las familias, el desarrollo futuro de la técnica podría significar mejores oportunidades para que los niños reciban un diagnóstico firme de TDAH antes. También podría ayudar a evaluar si su tratamiento del TDAH está mejorando su funcionamiento de atención, ayudándole en la escuela y la vida.
La investigación, publicada en ‘Archives of General Psychiatry’, muestra el potencial como “biomarcadores” de los problemas de atención de las imágenes cerebrales, pero la idea podría extenderse a otros trastornos psicológicos. Las tablas de crecimiento tradicionales muestran la altura y el peso de un niño como puntos en las curvas que se basan en datos de cientos de miles de otros niños e indican el desarrollo normal, cerca de lo normal y problemático.
“Las curvas de crecimiento permiten a una familia y su médico detectar rápidamente problemas de desarrollo, y cuando se considera necesario, intervenir de manera apropiada”, dice la líder del equipo y psiquiatra en la UM Chandra Sripada. “En el futuro, queremos proporcionar a los médicos el mismo tipo de orientación sobre el desarrollo del cerebro como hacemos con cuestiones como la altura y el peso”, añade.
Los científicos pusieron en marcha la investigación sobre diagramas de crecimiento después de notar un hueco en el estado de la ciencia. El autor líder Daniel Kessler, explica: “Sabíamos que la capacidad para mantener la atención durante mucho tiempo aumenta de manera espectacular durante la infancia y adolescencia. También sabemos que en el mismo periodo de tiempo, hay grandes cambios en las redes del cerebro implicadas en la atención. Se nos ocurrió la idea de cartografiar el crecimiento como una manera de probar si estos dos patrones se relacionan: ¿los niños con redes cerebrales subdesarrolladas también tienen más dificultades con la atención?”.
TABLAS QUE REFELJAN REDES DE CONECTIVIDAD CEREBRAL
Junto con su colega Michael Angstadt, los investigadores utilizaron datos de 519 niños y adolescentes que tenían pruebas genéticas, imágenes cerebrales y pruebas de su desarrollo cognitivo como parte de ‘Philadelphia Neurodevelopmental Cohort’, de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos.
Los investigadores crearon tablas de crecimiento que reflejaban la configuración de lo que se denominan redes de conectividad intrínsecas, que son importantes unidades de la organización funcional del cerebro. La forma en la que interactúan estas redes puede ser la clave para la atención saludable. Por ejemplo, una llamada red neuronal por defecto parece estar implicada en soñar despierto y enfocada interiormente hacia el pensamiento, mientras que otro conjunto de redes está implicado en tareas cognitivamente exigentes.
A medida que crecemos de niños en adultos, estos dos sistemas se vuelven más definidos y separados, trabajando en conjunto como pistones: cuando uno está encendido, el otro se apaga. Sin embargo, en los niños y las personas con dificultades de atención, los “pistones” a menudo fallan: la red en modo automático se enciende y se interrumpen las otras redes, cortándose así la atención.
Los investigadores que reunieron los datos en los que se basa la curva de crecimiento midieron el funcionamiento de la atención mediante una prueba estándar en la que los niños tenían que responder a una secuencia de letras y números en una pantalla de ordenador.
Los investigadores de Michigan compararon el desarrollo del cerebro que se ve en las imágenes para el funcionamiento atención. Resultó que en realidad podría predecir cómo lo haría un niño en la prueba de atención centrándose en su lugar en la tabla de crecimiento de la red cerebral. Los niños con síntomas de TDAH y los que tenían un rendimiento más bajo para su edad en las pruebas de atención estaban más lejos de la curva de desarrollo de la red cerebral.

Se puede hacer un diagnostico de TDAH con escalas simples?

Resumen
El presente estudio investigó la validez del uso de las Escalas de Profesor de Conners y escalas de Clasificación de Padres (CTR / CPRS) o entrevistas semiestructuradas de diagnóstico (Entrevista con los Padres para los Síntomas del Niño y entrevista Telefónica del Profesor) para predecir mejores prácticas de diagnóstico clínico de TDAH.
Un total de 279 niños recibieron un diagnóstico clínico basado en una evaluación exhaustiva de mejores prácticas (incluyendo entrevistas diagnósticas de padres y profesores, recolección de información histórica, escalas de calificación, observaciones en el aula, y una evaluación psicoeducativa) en una clínica especializada en TDAH en Truro , Nueva Escocia, Canadá. La sensibilidad y la especificidad con diagnóstico clínico se determinaron por escalas de calificación y entrevistas de diagnóstico.
Los valores de sensibilidad y especificidad fueron elevadas para las entrevistas de diagnóstico (91,8% y 70,7%, respectivamente). Sin embargo, mientras que la sensibilidad de CTRS / CPRS fue relativamente alta (83,5%), la especificidad fue pobre (35,7%).
La baja especificidad de CPRS / CTRS no es suficiente para ser utilizado solo para diagnosticar el TDAH.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: http://jad.sagepub.com/
Abstract
Objective: The present study investigated the validity of using the Conners’ Teacher and Parent Rating Scales (CTRS/CPRS) or semistructured diagnostic interviews (Parent Interview for Child Symptoms and Teacher Telephone Interview) to predict a best-practices clinical diagnosis of ADHD.
Method: A total of 279 children received a clinical diagnosis based on a best-practices comprehensive assessment (including diagnostic parent and teacher interviews, collection of historical information, rating scales, classroom observations, and a psychoeducational assessment) at a specialty ADHD Clinic in Truro, Nova Scotia, Canada. Sensitivity and specificity with clinical diagnosis were determined for the ratings scales and diagnostic interviews.
Results:Sensitivity and specificity values were high for the diagnostic interviews (91.8% and 70.7%, respectively). However, while sensitivity of the CTRS/CPRS was relatively high (83.5%), specificity was poor (35.7%).
Conclusion: The low specificity of the CPRS/CTRS is not sufficient to be used alone to diagnose ADHD.

Estigma del. Tdah en laa poblacion joven adulta universitaria

Resumen
El presente estudio examinó el estigma del TDAH dentro de una población joven adulta inscrita en la universidad incluyendo el debate sobre la causa del estigma: etiqueta o conducta. En la Fase 1, 135 estudiantes universitarios clasificaron el estigma hacia uno de los cuatro interlocutores ficticios descritos como teniendo ya sea: la etiqueta del TDAH solo, las conductas asociados con el TDAH sola, la etiqueta del TDAH y un conjunto de conductas asociadas con el TDAH, o ni etiquetas ni conductas. En la fase 2, 48 estudiantes universitarios clasificaron el estigma hacia uno de los dos interlocutores ficticios asignados descritos como teniendo ya sea: la etiqueta del TDAH y un conjunto de comportamientos asociados con el TDAH, o la etiqueta de depresión y un conjunto de comportamientos asociados con la depresión. Se planteó la hipótesis de que la interacción entre la etiqueta y las conductas causarían los más altos niveles de estigma del TDAH y que el TDAH provocaría más estigma que la depresión. En la Fase 1, el estigma se asoció con las conductas del TDAH, pero no la etiqueta. En la fase 2, el TDAH y la depresión resultaron ser igualmente estigmatizados. Se discuten las implicaciones, limitaciones y futuras direcciones.
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Abstract
The current study examined ADHD stigma within a college-enrolled young adult population, including the debate regarding the cause of stigma: label or behavior. In Phase 1, 135 college students rated stigma toward one of the four fictitious partners described as having either: the label of ADHD alone, the behaviors associated with ADHD alone, the label of ADHD and a set of behaviors associated with ADHD, or neither the label nor behaviors. In Phase 2, 48 college students rated stigma toward one of the two assigned fictitious partners described as having either: the label of ADHD and a set of behaviors associated with ADHD, or the label of Depression and a set of behaviors associated with Depression. It was hypothesized that the interaction between the label and the behaviors would cause the highest levels of ADHD stigma and that ADHD would elicit more stigma than Depression. In Phase 1, stigma was associated with the behaviors of ADHD, but not the label. In Phase 2, ADHD and Depression were found to be equally stigmatized. Implications, limitations, and future directions are discussed.