RUSSELL A. BARKLEY: La propia falta de atención no tiene un valor Diagnóstico de TDAH
Resumen Ponencia Russell A. Barkley
IX Jornada Fundación Educacion Activa (14 de diciembre de 2011, Madrid).
I PARTE
I PARTE
Para Barkley la ciencia del TDAH es su pasión. Cree en la importancia de las emociones como evidencias del trastorno. Señala que hasta hace poco tiempo las emociones no se han considerado como una parte del trastorno, pero se está viendo que es una parte tan importante o más que la falta de atención. Hasta tal punto que será incluido en los próximos manuales sobre TDAH.
Barkley expone, como si de un juicio se tratase, las líneas de evidencia por las que quiere demostrar científicamente la constatación del trastorno y cómo atacar las consecuencias en el tratamiento.
Parte de la base que desde la neuropsicología se apunta siempre hacia la inatención, aunque realmente, esta aparece después, normalmente 2 años después, lo que resulta problemático al haber hasta 7 tipos de atención y el TDAH no trata con todas ellas.
Después de todos sus años de estudio del TDAH, está descubriendo que la propia falta de atención, no tiene un valor diagnóstico, por lo que habría que preguntarse qué componente se ve afectado por el trastorno.
Una aproximación sería la persistencia hacia el futuro, o la capacidad de mantener en el tiempo la atención, proyectándola hacia el futuro. No estamos hablando del momento presente, es más, hay demasiada atención sobre el ahora, y no suficiente o ninguna hacia el futuro.
La distracción por sí sola no es entonces un problema de atención. Todos oímos, vemos, mientras estamos haciendo alguna tarea, pero esto no nos interrumpe. Con TDAH la interrupción es evidente y la persona se deja llevar por la distracción. Sin TDAH se retoma y se vuelve hacia el objetivo fijado, todos nos distraemos y volvemos, pero con TDAH, una vez distraído, saltará de un tema a otro y a otro, viéndose incapaz de cumplir su objetivo.
La persona con TDAH se ve ocupado por el ahora mientras el resto continúan su actividad. De este modo, el proceso de no ser capaz de volverse a meter en su objetivo, no es déficit de atención, y empezamos a hablar de la memoria de trabajo, muy reducida con TDAH, y de las funciones ejecutivas del cerebro.
En cuanto a la inhibición y las emociones, las personas con TDAH son impulsivas en el habla, en el comportamiento, en la forma de pensar, en sus emociones. No tienen en cuenta el futuro, para ellos el futuro tiene muy poca o ninguna relación o importancia con lo que hacen, de tal forma que no tienen en cuenta las consecuencias del futuro.
La propia hiperactividad es una distracción en sí misma, pero al ir creciendo, la hiperactividad va desapareciendo, y quedan la falta de atención y la falta de control de impulsos.
Todo esto tiene que ver con las emociones. Los humanos tenemos varios tipos de emociones, sin embargo los animales solo tienen emociones primarias.
El control de emociones permite la inhibición de la presentación de emociones fuertes, lo que nos permite regular a la baja los primarios y luego intentar recentrar la atención para reducir la fuerza de los acontecimientos. Puede volver a reevaluar la fuerza del acontecimiento, organizar nuevas acciones e incluso algo de lo que sólo es capaz el ser humano, crear emociones nuevas sin estímulos externos.
Aquí es donde llegamos al cerebro ejecutivo, que es realmente un cerebro social, porque los humanos son seres sociales. No es un cerebro para calcular.
Normalmente las emociones tienen una curva característica, en la que presentan una alta intensidad inicial que no dura demasiado y luego una caída lenta hasta que desaparecen. El ser humano es capaz de interactuar con sus emociones, las puede aumentar o si son negativas, regular a la baja con otra emoción alternativa.
Las personas con TDAH no son capaces de regular estas emociones, son impulsivas y no pueden retrasar la consecuencia de una emoción, presentan dificultad para calmarse y de esta forma, las emociones primarias serán más duraderas, al no funcionar la reevaluación cognigtiva que viene a preguntarse ¿Es tan importante esta emoción? Estas funciones están alteradas.
Fotos y Resumen: JL Cabero
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