viernes, 20 de diciembre de 2013

TDAH, una inteligencia normal


EFE/EPA/Franck Robichon
EFE/EPA/Franck Robichon
El niño TDAH tiene una inteligencia normal, si no la tiene no es TDAH. Lo que ocurre es que el trastorno puede limitar sus expectativas; les cuesta más aprender, fundamentalmente lo académico, porque generalmente se asocian problemas específicos a nivel del lenguaje.
Así lo asegura Gustavo Lorenzo, Doctor en Medicina y Cirugía; profesor asociado de la Universidad de Alcalá; especialista en pediatría con acreditación en Neurología Pediátrica y responsable de la Unidad de Neurodesarrollo de Neurología Infantil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid; con quien aclaramos conceptos fundamentales de este trastorno.
Es un concepto de una clasificación que se hace en un manual americano de psiquiatría que es el DSMes un concepto, no una enfermedad.
El TDAH no se tiene, se es. El neurodesarrollo es el desarrollo neurológico de un niño hasta su etapa adulta y tiene que ver con la maduracion del cerebro.
En general, cualquier problema del neurodesarrollo, no es una enfermedad, son circunstancias; el individuo es de esa forma. El TDAH sería una pequeña variación del neurodesarrollo. De alguna manera tiene un soporte biológico, neurobiológico, que está claro aunque no se puede demostrar en los sujetos que lo padecen.
  • ¿Cómo afecta el trastorno al individuo?
Les puede condicionar: dificultades a la hora del aprendizaje instrumental que hacemos en los colegios o en el aprendizaje social, algo para lo que no vas al colegio, simplemente te relacionas y por esa forma de ser o esa conducta, te perjudica.
  • ¿Cuándo se manifiesta?
Se nace con ello y se manifiesta en las etapas preescolares, en torno a los siete años, cuando iniciamos el aprendizaje y la relación. Un niño puede tener dificultades al relacionarse; sus arranques impulsivos indican que tolera peor la frustración.
EFE/Manuel Bruque
Todos los niños tiene al principio ese tipo de relación, pero aprenden y luego saben que eso no se hace y empiezan a aprender a relacionarse; a estos niños les cuesta más. Ahí es donde se empiezan a ver los casos.
Hay que analizar que esas características repercutan o no. El problema no es que sea TDAH sino que te repercuta en la esfera social o en la esfera del aprendizaje.
  • ¿Cuál es la base del problema?
La base fundamental de este problema es genético; influyen muchísimos genes que tienen que ver con mucha estructuras cerebrales que son las que están coordinadas en este problema y falla esa integración. No podemos buscarlo genéticamente porque hay demasiados genes implicados que interactúan entre ellos.
Las pruebas genéticas que se hacen para demostrar que puedes tener este problema, no son válidas.
  • ¿Afecta igual a niños y niñas?
No, es mucho más frecuente en niños. El cerebro del hombre y la mujer son diferentes y desde un punto de vista genético también estamos preparados para cosas diferentes. Mientras que en niños puede haber más síntomas de hiperactividad, en la niña es más inatención y pasa más desapercibida. Podría haber niñas infradiagnosticadas porque no molestan.
  • El diagnóstico, por tanto, no es sencillo.
Creo que se está abusando de la falta de atención como término diagnóstico. El TDAH ha existido siempre, es el niño etiquetado de vago, excesivamente revoltoso, otro término es el “si quisiera”… Yo estoy en contra del término vago, los vagos no existen.
Cuando un niño no le va bien en el colegio le entra la desmotivación. A veces se dice: tiene falta de atención, pero cómo diferencias la atención de la motivación, si un niño no está motivado y no se entera, no atiende.
Tenemos pruebas biológicas que demuestran la neurobiología del problema, pero no tenemos la prueba que diagnostique el TDAH que es lo que se está buscando. En el Ramón y Cajal llevamos tiempo estudiando un marcador biológico, un transportador; un trasportador vesicular buscando la idea de un marcador biológico.
  • TDAH e hiperactividad, ¿es lo mismo?
Es lo mismo. TDAH es la abreviatura del problema y este se puede manifestar más por problemas de hiperactividad e impulsividad acompañados de problemas de atención o solo como problemas de atención, a veces incluso con problemas de impulsividad. Puede haber TDAH que no sea hiperactivo. El fallo es el mismo, pero lo clasificamos de una forma u otra.
  • ¿Qué tratamiento tiene el TDAH?
El tratamiento es médico. Hay suficientes datos biológicos para que la primera medida, si hay repercusión, sea médica. Esa repercusión se manifiesta a veces como si les faltase responsabilidad para trabajar; para hacer lo que es habitual socialmente y de aprendizaje. El matiz de estos niños es que son inmaduros, parece que van por detrás de su edad cronológica.
El déficit de atención provoca 1 de cada 4 casos de fracaso escolar
EFE/Juanjo Martín
Hay muchas moléculas implicadas por lo que debe haber diferentes fármacos; uno no será capaz de solventar todos los problemas. Existen diferentes TDAH; hay niños que tienen síntomas parecidos pero que no responden igual y hay que atacarlos de manera distinta.
Con lo que disponemos no somos capaces de solucionar el problema y se van a comercializar en próximas fechas dos medicamentos nuevos.
  • ¿Qué consiguen los medicamentos?
La medicación hace que las señales del cerebro sean mejores, no es un problema de mejorar la atención sino de mejorar muchas funciones cerebrales. Hay un problema neuroquímico y ese medicamento mejora la transmisión en el cerebro para todo.
Un informe reciente sobre el TDAH en España arrojaba como conclusión la necesidad de crear una ley estatal para que existan protocolos específicos a nivel educativo y sanitario para los niños afectados. La implicación y coordinación de ambas áreas parece fundamental.
Hay una parte pedagógica y otra psicológica del tratamiento cognitivo. Para ayudar al tratamiento médico hay que rehabilitar aquellas habilidades que el niño tiene menos buenas en su aprendizaje académico: lectura, comprensión lectora, matemáticas… Las pruebas que se hacen a nivel neuropsicológico son muy importantes para medir en qué falla.
El TDAH es un diagnóstico clínico, las pruebas psicológicas son muy importantes y ayudan al diagnóstico y a orientar el tratamiento.
Cuando haces un tratamiento y hay una mejor predisposición de ese cerebro a aprender el tratamiento rehabilitador ,es mucho más efectivo. Cuando existen problemas de conducta hay que hacer una tratamiento de rehabilitación de esa conducta; ahí entra el psicólogo clínico para ayudar a mejorar esas dishabilidades.

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