En el facebook en el grupo de NOGALES TDA he cogido esta carta de un niño con tddah que os paso.
CARTA DE UN NIÑO CON TDAH
de Nogales Tda
Hola ¡
Soy un niño con TDAH y puedo llamarme Pablo, Juan, Angel,
José, Andrea, Luis, Mia. Mi nombre no tiene importancia.
Soy un niño o niña de aspecto normal, con una inteligencia
normal y, sin embargo, tengo problemas.
Si me permites, quisiera prestarte mis zapatos para que, por
un momento, andes con ellos y sientas lo mismo que yo siento.
A mis dudas de niño: quién soy, qué quiero, adonde voy, se
une la angustia y el desasosiego de no entender porqué soy como soy.
He pasado mucho tiempo pensando (en realidad, me lo han
hecho pensar) que soy vago, mala persona, tonto e incluso cosas peores;
creyendo que mis padres no me quieren como a mis otros hermanos porque soy
todas esas cosas y sintiendo que mis profesores me odian por lo mismo Me
pregunto, porqué aún esforzándome, no soy capaz de conseguir lo mismo que los
demás. Sé que no lo parece, pero me esfuerzo, aunque los resultados no sean muy
satisfactorios.
Me siento tan defraudado que, a veces, incluso he pensado
que nada merece la pena. Cuando mis papas en casa, desesperados porque no soy
capaz de acabar las tareas o parece que les vacilo o tengo todo hecho un
desastre, me riñen y me castigan, lloro. Lloro por mí y lloro por ellos.
Cuando mis profesores, también desesperados porque no llevo
todos los libros, o no copio todos los deberes o interrumpo la clase, me riñen
y me castigan, lloro. Lloro por mí y lloro por ellos.
Cuando en el parque o en el patio de la escuela me apartan de los grupos de juegos;
cuando no me llevan de excursión con el resto de mis compañeros; cuando oigo
comentarios sobre mí como si yo no estuviera; cuando los oye mi Mama y miro su
cara, lloro.
Así voy creciendo, dolido por dentro, enfadado con el mundo.
Sintiendo la misma decepción, el mismo hastío y sensación de fracaso que
sienten los que me rodean, sintiendo que no soy nada, que no valgo nada. No me
gusto mucho.
Convivir conmigo es duro. Lo sé porque yo estoy conmigo 24
horas al día, todos los días, sin comprender porqué soy así y porqué, a veces,
hago lo que hago aunque no quiero hacerlo. Intento disculparme, aunque sin
éxito, porque la disculpa acaba en un llanto incontenible, una rabieta
insoportable o unas cuantas frases con poco sentido.
¡Cuánta soledad!
Sin embargo, no soy malo, ni tonto, ni vago, ni
sinvergüenza. Me han dicho que tengo TDAH y eso me ayuda a conocerme mejor, a
quererme un poquito más, porque ahora sé qué me pasa. Solo soy diferente, y eso
me da esperanzas.
Entiendo que hay situaciones peores que la mía, que no soy
el único que tiene necesidades pero las tengo y quisiera manifestar mis
disculpas y agradecimientos.
Pero antes, quisiera empezar por pedirles las cosas que creo
que necesito.
A mi familia. Que acepte lo que tengo. Que sean conscientes
de que su esfuerzo como papas va a ser mayor que el de otros papas. Que
aprendan qué es el TDAH. Que busquen información y apoyo. Por favor no
entiendan mi trastorno como un salvoconducto para justificar todas mis
actitudes, así no me ayudan.
A mis maestros. Que me acompañen en la dura tarea de
aprender y me la faciliten, porque yo quiero aprender, solo que a veces no
puedo. No les pido que sean blandos,
solo les pido que sean justos con mis características.
A mis padres y maestros. Que sean un equipo. No se juzguen
los unos a los otros y menos en mi presencia. No me manden mensajes
contradictorios porque entonces no sabré cual es el camino.
Al sistema educativo. Que facilite a mis docentes los
recursos necesarios para mi formación y establezca un protocolo de atención a
mis necesidades para que sepan qué y cómo hacer cuando me encuentren en sus
clases. Si no establecen unas pautas comunes, sea quien sea mi profesor, sea
cual sea mi curso, mi vida académica puede convertirse en una montaña rusa y tendré
muchas posibilidades de fracasar.
Al sistema sanitario. Que sea serio en sus criterios
diagnósticos y que no tenga que peregrinar de consulta en consulta para saber
qué me pasa. Que tome conciencia del coste económico que supone a mi familia la
medicación y me facilite una buena atención psicoterapéutica en la que aprenda
a manejar mis rasgos. Yo no quiero tomar pastillas porque sí. Cuando mi
diagnóstico es bueno y claro, se evita que otros lo cuestionen y nos facilita a
todos saber qué podemos hacer.
A la sociedad en general. Que se informe y se sensibilice.
Si me juzgas, si juzgas a mi familia desde el desconocimiento, nos aíslas. A
todos en general. Solo pido que me den una oportunidad.
Y ahora las disculpas
Para mis papas y hermanos por haber sido la causa de tantos
quebraderos de cabeza. Ahora sé que siempre me han querido aunque no he sido un
hijo fácil, pero estoy aprendiendo a serlo. Lo intento con todas mis fuerzas y
los quiero mucho.
Para los papas de mis compañeros, amigos a mi familia en
general tíos, primos, hermanos por si algún día hice algo que les lastimara o
dañara perdón de todo corazón por que en ocasiones no pienso lo que hago y
lastimo a los demás con mis corajes, enojos y mis impulsos.
Para mis maestros por haberles hecho sentir que los retaba;
que los ponía en evidencia delante de toda la clase. Estoy intentando ser un
mejor alumno, lo intento con todas mis fuerzas y los respeto porque ahora
entiendo que de lo que ustedes me enseñen hoy depende mi mañana. Es posible que
siempre no lo consiga pero no dejaré de intentarlo.
Y mi más sincero agradecimiento:
A quienes aún no comprendiéndolo lo intentan y a los que lo
intentan y no pueden. A quienes se esfuerzan por enseñarme en la forma en que
yo soy capaz de aprender.
A todos los investigadores que se preocupan por saber más y
mejor qué me pasa.
A las asociaciones que trabajan en favor de las personas con
TDAH.
A las instituciones que, a pesar de la crisis y de los
recortes presupuestarios, guardan un poquito para mí.
A todos aquellos que aún dudan de mí trastorno, a los que se
esconden tras el sistema, a los que me rechazan porque soy una carga, a los que
no me dejan ser su amigo porque soy molesto. A todos ustedes gracias, porque tengo la esperanza de que su
mirada será más amplia, más comprensiva y a partir de hoy estarán ahí cuando
los necesite...
Millones de gracias a mi familia y amigos, que han aprendido
a enseñarme, corregirme y quererme como soy.
Agradezco su presencia, que hayan escuchado mis palabras, y
me hayan permitido mostrarme por dentro.
Hoy son muchas personas que me ayudan a superar mi TDAH,
están conmigo y me alegro de su compañía, porque hoy, con ustedes, me siento
menos solo.
Y ahora, por favor, devuélveme mis zapatos.
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