Del blog "la opinion de Meri" ( http://www.merilempicka.com/2012/12/pautas-la-hora-de-hacer-los-ejercicios.html ) os pongo este articulo que creo que os gustará.
A la hora de realizar los ejercicios del colegio, instituto, o los que, muchas veces, les ponemos nosotr@s l@s padres, para repasar en casa y habituarlos a unas rutinas de estudio, pueden seguir unas pautas para su realización que amenizará la tarea a est@s niñ@s:
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mi amiga María Muñoz, la que me porprociona buenas fotos para el blog y la autora de este escrito |
Lo más importante para comenzar es preparar en una mesa amplia todo los útiles necesarios para la realización de estas tareas. El ambiente deberá tener una luz suave y deberá permanecer aséptico en elementos de distracción, tanto en paredes, en la estancia, como en la mesa. La luz, a poder ser, de un flexo, iluminará por la izquierda a l@s niñ@s zurdos ; y por la derecha, a los diestros.
Se dividirán las tareas en tiempos para realizarlas. Los criterios a usar serán por materias, por dificultad y por la extensión de las mismas. Tenemos que tener claro y ser conscientes, que no es lo mismo cuando empezamos a aplicar estas pautas por primera vez, a la vez que la edad de l@s niñ@s a quién se las aplicamos. Todo comienzo es más duro y las actitudes y normas nuevas cuesta aceptarlas. No debemos olvidar que TOD@S, por naturaleza, nos resistimos en un primer momento a un cambio; cuanto más l@s niñ@s con TDAH. Por ello, los tiempos al principio, y sobre todo si son muy pequeñ@s, se deberán marcar en pequeñas franjas (ejemplo: cada media hora pasarse a ver cómo van y en esos minutos que estamos con ell@s aprovechamos para darles ánimos y transmitirles que TOD@S nos equivocamos y TOD@S necesitamos nuestro tiempo). Para que sean conscientes de su propio tiempo, podemos ponerles cerca (a veces no se les puede poner a la vista, ya que se distraen con facilidad mirando para el aparato, y se evaden) minuteros o un despertador, donde ell@s mism@s puedan ver el tiempo transcurrido cuando suene la alarma.
A la hora de ponerlo en práctica, yo empiezo siempre por las más difíciles. Las características de los niñ@s con TDAH son, precisamente, su poca capacidad para mantener la concentración y la motivación constante para llevar a término una acción. Por ello hay que aprovechar que al comienzo están menos cansados que a medida que va pasando el tiempo, y por ello con más ganas y concentración.
Podemos empezar acompañándolos los primeros 15 minutos, explicándole/s lo que le piden los ejercicios y pidiéndoles que nos digan con sus propias palabras lo que han entendido.
Les dejaremos claro que apunten en una libreta u hoja en sucio las dudas que tengan, para preguntarlas al finalizar el tiempo estipulado, todas juntas.
Al pasar el tiempo marcado, iremos junto a ell@s, o dejaremos que vengan ell@s junto nosotr@s con las tareas que tengan hechas (aquí influye mucho el grado de hiperactividad que tengan, ya que un@ niñ@ con TDAH preferirá levantarse, ante un@ niñ@ con TDA, que le dará igual o preferirá quedarse sentado). De esta manera estamos fomentando un aumento de su autoestima de dos maneras: dejando que nos enseñen lo que tienen hecho, orgullos@s de ello; y animándoles con lenguaje positivo a que sigan haciéndolo igual de bien, recordándoles lo anteriormente dicho (que nadie es perfecto; que a veces, las cosas no salen bien a la primera, sobre todo cuando es la primera vez que las hacemos o tenemos contacto con ellas; que pueden hacerlo igual de bien que cualquier otra persona; y que lo importante es intentarlo y esforzarse en conseguirlo).
Otro de los problemas, GRANDES PROBLEMAS, que se encuentran est@s niñ@s a la hora de leer los enunciados, es su comprensión. Son demasiados datos dichos de un tirón, difíciles de retener. Una forma de facilitarles esa comprensión de lo escrito, y por lo tanto, de lo que le pide el ejercicio, es dividiéndolo. Se marca con lápiz mediante segmentos o subrayados las palabras que realmente son las principales para entender lo que nos piden. Así como en los enunciados de los problemas matemáticos, marcando los datos que nos dan y escribiéndolos en una hoja, o/y subrayando las palabras clave de lo que nos dicen. Esta forma de interpretar y de interiorizar el mensaje del ejercicio, lo pueden aplicar en los exámenes. También pueden escribir de forma esquematizada en un papel, los datos que le da el ejercicio, junto con las palabras clave de lo que le piden y lo que debe usar para resolverlo. Esta técnica la puse en práctica con una compañera de universidad el curso pasado. Se la expliqué detalladamente y la aplicó a la hora de hacer los test y los exámenes, diciéndome con júbilo que le fue de mucha ayuda, sobre todo a la hora de ver las preguntas trampa que llevan encerradas un “NO” que normalmente no vemos, o las que están enunciadas al revés. Al rodear esas palabras clave en un círculo, su ojo tenía presente en todo momento la clave de la pregunta, permitiendo a la hora de responder y también de repasar, tener en cuenta ese factor tremendamente importante, y causa de tantos suspensos. Así como la segmentación o el subrayado de lo más importante o de los datos que nos ofrecen.
Cuando son muchos ejercicios (más de 5, por ejemplo), y su extensión no es muy larga, se pueden dividir en “paquetes” de unos 4 o 5 ejercicios. Una vez terminado cada paquete, revisaremos los que están hechos, para empezar el siguiente. De esta manera engañamos a nuestro cerebro, cambiándole una dosis grande y que empacha a la vista y al pensamiento, por una serie de dosis más pequeñas, en las que tenemos que realizar menor esfuerzo para terminarlas, al ser administradas en sesiones más llevaderas. Con esto amenizamos bastante la visión de los “pesados” ejercicios del “cole”. Si los ejercicios son muy extensos, podemos dividir los “paquetes” con un número de ejercicios menor.
Otro factor a tener en cuenta son los trabajos que no hay que entregar en el día. Es muy importante realizar un poco de tarea de ese trabajo cada día, por dos razones: la primera es no dejar acumular todo el trabajo para el final, pues nunca sabemos lo que nos deparará el último día, al que hacemos responsable de finalizar a tiempo lo que tenemos pendiente y lo que nos pongan ese día. Otra razón es que si hacemos cada día un poco, no perderemos el contacto con la materia, ni con la labor a realizar. De esta manera les costará menos aplicar una continuidad. Es sabido que una de las cosas que más les cuesta a l@s niñ@s con TDAH es el comienzo, “arrancar”. Si dejamos una separación lo suficientemente extensa, costará aún más retomar esa tarea a medias. Otro de los factores que caracterizan a est@s niñ@s es el no llegar a finalizar las tareas que empiezan. De esta manera, los acostumbramos a estar en conexión, todos los días un poco, con las acciones, tareas o trabajos, que deban llevar una continuidad, para acabar en un fin.
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A medida que nuestr@s niñ@s van creciendo, o simplemente van aceptando estas medidas, se pueden ampliar los tiempos hasta llegar a un descanso de unos 10 minutos cada 50 o 60.
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Por último, hay que recordar lo prometido. Los premios que hemos ofrecido a nuestr@s hijos para que terminen sus tareas. OJO!!! No nos pasemos, no les ofrezcamos la luna, porque sino mañana tendremos que salir a comprar un planeta! No se trata de impresionarlos, sino de habituarlos a tener una satisfacción después de un esfuerzo. Esto es muy importante tenerlo en cuenta antes de la edad adolescente, ya que al llegar a esta edad, las satisfacciones cambian, por norma general, convirtiéndose en las suyas propias, en el propio orgullo personal de haber finalizado algo con éxito. Ya no influyen tanto los factores externos como en edades anteriores. No hace falta gastar dinero ni romperse la cabeza. A veces basta con una partida a la oca o al parchís con las personas que nuestr@ niñ@ quiere, que solemos ser nosotr@s, l@s padres. De esta manera también se afianzan los lazos emocionales, de apego y de seguridad, al vivir un ratito para ell@s sol@s, donde son los auténticos protagonistas. Esto no quiere decir que no lo puedan compartir con sus herman@s.
Es muy importante tener en cuenta evitar el uso de consolas, videojuegos, televisión…a la hora de aplicarlos en estos descansos de minutos entre “paquetes” de tareas, o al término de los tiempos señalados. Usar este tiempo de desconexión en este tipo de actividades solo logrará que el@ niñ@ se distraiga aún más y llegar al siguiente bloque de tiempo con la mente dispersa. Hay multitud de cosas en las que se pueden ocupar estos minutos de tiempo: charlar con los padres, ejercicios de estiramiento, dar un paseo por el jardín o por el patio si se tiene, y si no es así, por la casa, acariciar al perro o al gato…
Para facilitarles un poco el orden en su zona de estudio con todos esos papelotes que escribimos a medias o que tenemos como papeles en sucio, podemos reutilizar una caja de cartón, envolviéndola con papel de regalo o de colores, o haciéndole un diseño personal con cualquier clase de pintura. Luego, se meterán dentro todas esas hojas que usamos a medias, donde hacemos las cuentas en sucio, sobres de la correspondencia, publicidad de una sola cara…para usarlas con todas esas anotaciones que nos ayudarán a comprender mejor los ejercicios. Una vez completadas, se pueden tirar al contenedor de papel y cartón.
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