domingo, 24 de noviembre de 2013

Una de cada cuatro personas adictas tiene hiperactividad sin diagnosticar


"Publicado en Comunidad TDAH

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno adictivo. Los expertos reunidos en el III Congreso Internacional de Patología Dual, celebrado recientemente en Barcelona, consideran que los trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH, que debutan en el periodo de desarrollo del niño, generan alteraciones a nivel clínico y del funcionamiento personal, social y académico. De todos ellos, el trastorno que se ha relacionado de forma inequívoca con una mayor vulnerabilidad al abuso de sustancias y, por lo tanto, con la patología dual es el TDAH.


Una de cada cuatro personas adictas tiene hiperactividad sin diagnosticar
Los pacientes con TDAH presentan una elevada prevalencia de trastorno por uso de sustancias y, a su vez, los sujetos con trastornos adictivos tienen con mayor frecuencia un diagnóstico de TDAH. “Hay una clara relación entre el TDAH y los trastornos por uso de sustancias. El TDAH es un claro e importante factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno adictivo. De hecho, un paciente con un déficit de atención dobla sus posibilidades de desarrollar una adicción en comparación con un individuo sin dicho trastorno”, aclara José Martínez Raga, psiquiatra del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia.

En el congreso se ha puesto de manifiesto que tener TDAH aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias, duplica la velocidad de paso entre un abuso menor a una dependencia grave y prolonga a más del doble la duración del consumo antes del cese. Además, tal y como sugieren los expertos, un parte de pacientes sin diagnosticar utilizan las drogas como forma de automedicación ante el malestar y las complicaciones provocadas por lo síntomas .

La práctica clínica evidencia la asociación entre TDAH y la dependencia de tabaco, alcohol y otras drogas como el cannabis, la cocaína o la heroína. Se estima que entre el 31 por ciento y el 75 por ciento de los pacientes con dependencia de alcohol, el 35 por ciento de los pacientes cocaínomanos, el 17 por ciento de los pacientes en tratamiento de deshabituación con metadona y un número importante y creciente de los dependientes al cannabis, cumplen los criterios de TDAH. De hecho, “en líneas generales, se ha observado que la prevalencia de trastornos adictivos en pacientes con déficit de atención es, aproximadamente, el doble que en la población general”, señala Martínez-Raga.
Detección y actuación precoces

Este escenario del paciente con trastorno del neurodesarrollo se complica si se tiene en cuenta que, con frecuencia, el paciente se presenta a la evaluación psiquiátrica siendo ya adulto y sin haber sido diagnosticado previamente durante la infancia y la adolescencia. “El TDAH ha sido considerado exclusivamente como un trastorno de la infancia. Pero la investigación ha demostrado que no sólo es la patología neurobiológica más frecuente en la infancia, sino que es un trastorno crónico del desarrollo que persiste en la edad adulta en más de la mitad de los pacientes si no es adecuadamente tratado. Sólo el 25 por ciento de los adultos con TDAH fueron diagnosticados en la infancia”, insiste Néstor Szerman, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual.
En opinión de los expertos reunidos en el congreso, en nuestro país se aprecia una notable falta de diagnóstico en la infancia de los trastornos del aprendizaje y de trastornos como el TDAH. Aproximadamente el cinco por ciento de los adolescentes presentan este trastorno, una edad y un patología que multiplica el riesgo de vulnerabilidad al abuso de sustancias. “La adolescencia es la época en la que se empieza a experimentar con las drogas y se registra una mayor prevalencia de trastornos adictivos. Si existe además otro trastorno mental, aumenta la vulnerabilidad y aumenta el riesgo de  padecer patología dual”, puntualiza Martínez-Raga.

El cannabis y el tabaco son las drogas de abuso más frecuentes entre adolescentes y adultos con TDAH. El cannabis presenta el problema añadido de que sus efectos se asocian a problemas de atención, concentración y memoria reciente, por lo que agrava el cuadro de déficit de atención o dificulta su diagnóstico.

Según los expertos reunidos en el congreso Internacional, uno de los grandes retos de los profesionales de salud mental consiste en el diagnóstico precoz y el tratamiento correcto y a tiempo del TDAH para atenuar la adicción y la patología dual propiamente dicha. De hecho, en opinión de Szerman, se ha evidenciado que los niños tratados correctamente de su TDAH presentan una menor vulnerabilidad para el consumo de sustancias, un menor riesgo de desarrollar patología dual y una menor probabilidad de fracaso escolar.


En este punto, Martínez-Raga afirma que el segundo reto en salud mental consiste en el desarrollo de programas específicos para adolescentes con esta u otras formas de patología dual, que contemplen la adecuada transición entre los servicios de Psiquiatría infantil y de adultos, ya que la transición oscila entre los 15  y los 18 años, en función de la comunidad autónoma.

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