«El trastorno no supone que
el menor fracase en sus estudios»
LA OPINIÓN DE ZAMORA
N. S.El psicólogo Mark Oosterkamp intervino ayer en la jornada informativa sobre trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad que reunió a expertos en sanidad y en la educación, entre otras disciplinas, que analizaron el síndrome en la Alhóndiga, convocados por la asociación Karacol.
-¿Qué es el trastorno por déficit de atención?
-Es un trastorno de conducta cuya base es neurológica. Los cerebros de algunas personas no funcionan igual que los de los demás, lo que se traduce en unas capacidades distintas. El más notable es el déficit de atención. Al afectado le es muy difícil concentrarse o mantener la atención en una tarea. Está presente desde el momento de nacer hasta la edad adulta y se da más en varones. Afecta a un 7% de niños y en la edad adulta a un 4% de la población. En muchos casos, un 70%, va asociado a la hiperactividad. Antes era más desconocido pero en los últimos años está siendo el centro de atención de la investigación científica y de la psicología. Además ahora hay un sistema más moderno de enseñanza que ayuda a ver que el niño que hace décadas era muy travieso no es que quiera recorrer la clase, sino que le es muy difícil permanecer sentado.
-¿Cuáles son las características de los afectados?
-Tienen problemas en dirigir la atención, en cambiar de tareas y se distraen muy rápido. Tienen dificultades porque no se quedan con lo que han aprendido. Son niños que tardan mucho en cosas normales como vestirse. En el colegio es donde más escollos tienen porque son momentos donde tienen que estar sujetos a disciplina y es una situación en la que si tienen hiperactividad no puede parar. En el aprendizaje si les pones a leer se van, pues se distraen. Todo lo captan con la misma importancia. No se puede curar, pero sí se puede mejorar.
-¿De qué manera?
-Depende de cada niño. Conforme el afectado va madurando va aprendiendo a controlar sus conductas. Las pautas que se deben seguir son la creación de estructuras fijadas por el entorno, es decir normas, rutinas para evitar las distracciones. También es importante enseñarle a supervisarse a mí mismo, que sea capaz de hacer una lista de lo que tiene que hacer, por ejemplo o en los niños pequeños, a través de una canción se les enseña a vestirse. Los niños pueden llevar de adultos una vida normal y no tiene que existir fracaso escolar. Existe mucho falsas ideas alrededor del trastorno. Se piensa que son niños vagos cuando lo que necesitan es una motivación muy fuerte. Se dice que no son inteligentes, cuando no guarda relación con esta capacidad. Tampoco es resultado de una mala educación.
-¿Fármacos sí o fármacos no?
-Depende del niño, de la familia de los problemas...
¿Debe de ser una actuación conjunta?
-Sí deben implicarse el entorno del niño, fundamentalmente los padres y los centros. Desde mi punto de vista los colegios están preparados mientras que los institutos no tanto. Además, hay mucho docentes que tienen problemas con la hiperactividad de los alumnos. Se necesita que en cada caso haya una gran comunicación entre el centro y los padres. Cuando unos progenitores lo detectan, deben hablar con los profesores y si se confirma, deben contactar con el pediatra.
-¿Los facultativos infantiles están preparados?
-Sí. Es un trastorno que ven con frecuencia. En la región existe un protocolo de actuación que considero que es muy correcto.
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