Los expertos advierten de la importancia del diagnóstico
precoz y el tratamiento de las disfunciones asociadas a este trastorno que
afecta al 5% de los niños en edad escolar
Un niño pierde la concentración mientras hace los deberes.
Tipos de TDHA
'Falta de atención': predominan los síntomas de distracción
y poca concentración.
'Hiperactivo-impulsivo': predominan los síntomas de exceso
de actividad.
'Combinación': mezcla de síntomas de falta de atención y de
carácter hiperactivo o impulsivo.
Uno de cada 20 niños puede tener un trastorno de déficit de
atención con hiperactividad (TDAH), un problema que puede persistir en el
tiempo. “Al menos la mitad de los niños diagnosticados con TDHA van a mantener
el trastorno llegado a la edad adulta”, asegura el doctor Javier Quintero, jefe
de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor y miembro del comité científico del
Proyecto Pandah (Plan de Acción en TDAH).
Para entender mejor este trastorno, el doctor Quintero
explica: “el TDAH combina la dificultad de mantener la concentración, el exceso
de actividad motora y un bajo control de los impulsos o por una impulsividad
manifiesta”. Tres síntomas que no siempre se presentan de manera simultánea,
pero que sí comparten una característica fundamental: ocasionan una disfunción
en la persona que lo padece.
Más allá de los síntomas, el TDAH aumenta el riesgo de:
-Sufrir fracaso escolar.
-Padecer un trastorno de conducta y de comportamiento.
-Consumir drogas en la adolescencia.
-Presentar trastornos de ansiedad y depresión.
-Tener baja autoestima y pensamientos suicidas.
-Mostrar dificultad para mantener una estabilidad afectiva y
laboral en la edad adulta.
-Sufrir dinámicas de acoso escolar.
-Presentar dificultad de interacción con los iguales.
“Muchas veces, caemos en la tentación de simplificar el
diagnóstico en torno a la hiperactividad, pero los síntomas de TDAH, además de
estar presentes confieren una dificultad en el funcionamiento del niño que la
padece”, dice el doctor Quintero, quien pone como ejemplo el fracaso escolar.
“Si el niño no es capaz de prestar atención de manera adecuada en el aula, su
capacidad de aprender, de ir adquiriendo aprendizaje progresivamente, se
complicará y las dificultades para seguir el ritmo y poder aprobar se
incrementará cada vez más”.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico sigue siendo clínico, a través de la adecuada
exploración de los niños y la evaluación de las dificultades individuales. Una
vez diagnosticado, se decide el tratamiento (farmacológico, no farmacológico o
combinación de estos dos), de acuerdo al tipo de TDHA que tenga el paciente y a
las disfunciones que presenten. “No hay tratamiento único, sino una amalgama de
recursos que tendremos que ir seleccionando adecuadamente para cada caso”,
aclara el doctor Quintero. De poco sirve postergar la ayuda cuando los síntomas
se manifiestan. “Lo que tranquiliza a los padres con hijos de TDHA es que el
tratamiento, a diferencia del de muchos otros trastornos, es muy conocido y
estudiado. Los aspectos negativos a largo plazo están muy reconocidos y son
realmente poco significativos”, señala Fulgencio Madrid, presidente de la
Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH.
Los expertos coinciden en los docentes deben estar alertas
ante los síntomas de este trastorno, que puede deberse a causas genéticas hasta
en 80 por ciento de los pacientes. “En cada aula, en cada calle, hay un niño
con TDAH", recalca Susan J. Young, profesora titular de Psicología Clínica
Forense en el Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres y coautora
del Libro Blanco sobre el TDAH.
El Libro Blanco sobre el TDAH, que ha sido presentado hoy en
Madrid, se enmarca en el Proyecto Pandah (Plan de Acción en TDAH), una
iniciativa que busca evaluar el impacto del trastorno por déficit de atención
con hiperactividad en los enfermos, sus familias y la sociedad en su conjunto.
Además recomienda planes de actuación para mejorar el diagnóstico precoz y exacto,
con medidas de apoyo para los afectados y sus familias.
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