domingo, 27 de enero de 2013

Efecto del metilfenidato sobre el sueño. Resultados de un estudio multicéntrico en una población infantil afecta de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.


(Methylphenidate and sleep: Results of a multicentre study on a population of children with attention deficit hyperactivity disorder.)
Autor-es: M. Tomás Vila; M. Aleu Pérez-Gramunt; B. Beseler Soto...(et.al)
Palabras claves: Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, Metilfenidato, Trastornos del sueño, Parasomnias.
Keywords: Attention-deficit/hyperactivity disorder, Methylphenidate, Sleep disorders.)

Resumen

Introducción. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es el trastorno neuroconductual más frecuente entre la población infantil. El metilfenidato (MTF) es el fármaco utilizado más habitualmente en el tratamiento de dicho trastorno. Es importante conocer los efectos que sobre el sueño puede presentar el MTF debido a la repercusión que tiene un sueño insuficiente sobre la conducta y la función cognitiva en el niño.

Objetivo. El objetivo de este trabajo es conocer las repercusiones que sobre el sueño puede tener el MTF, utilizando como instrumento evaluador una encuesta.

Metodología. Se trata de un estudio multicéntrico en el que han intervenido seis hospitales de la Comunidad de Valencia. Durante un período de seis meses a todos aquellos pacientes a los que se diagnosticó de trastorno por déficit de atención e hiperactividad se les pasó una encuesta antes de iniciar el tratamiento y tres meses después de iniciar dicho tratamiento. La encuesta utilizada fue una versión abreviada del Pediatric Sleep Questionnaire. Se analizaron las diferencias encontradas.

Resultados. Se estudió a un total de 114 niños. Se encontraron diferencias significativas en las preguntas que se asocian con enuresis, sonambulismo y somniloquias, disminuyendo estas parasomnias tras el inicio del tratamiento. El resto de variables no experimentó ningún cambio.

Conclusiones. A la luz de nuestros resultados podemos decir que el MTF no solo no empeora el sueño, sino que mejora la calidad del sueño en lo que a parasomnias se refiere.

Acceso gratuito al texto completo.

Abstract

Introduction. The attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD) is the most common neuro-behavioural disorder in children and adolescents. Methylphenidate (MPH) is the drug most often used in the treatment of this disorder. It is important to know the effects methylphenidate can have on sleep due to the repercussions that insufficient sleep can have on the behaviour and cognitive function of children and adolescents.

Objectives. The purpose of this study was to find out the repercussions that methylphenidate can have on sleep, using a questionnaire.

Methodology. This is a multicentre study in which six hospitals in the Valencian Community took part. All those patients who were diagnosed with ADHD over a period of 6 months were given a questionnaire, before starting treatment, and after three months of this treatment. The questionnaire was a version of the Paediatric Sleep Questionnaire. The differences found were analysed.

Results. A total of 114 children were studied. Significant differences were found in the questions associated with enuresis, somnambulism and night-wakings, these sleep disorders decreasing after starting the treatment. The rest of variables did not show any changes.

Conclusions. According to our results we can say that the MPH not only does not make worse the sleep, but that it improves the quality of the sleep in those patients with sleep disorders.



INFORMACIÓN SOBRE PARASOMNIAS

Qué entendemos por parasomnias

Son un grupo de alteraciones muy variadas, cuya gravedad puede oscilar desde asuntos muy banales hasta otros más graves que requieren tratamiento. Muchas veces personas sanas lo cuentan, y no se le da más importancia.
En general son benignas, más típicas de la infancia o adolescencia, pero a veces pueden durar y persistir en la edad adulta.
Se clasifican según la fase de sueño en la que aparecen y su significado. Unos aparecen en la transición del sueño a la vigilia (del despertar) o de la vigilia al sueño, otros son típicos del sueño lento, y otros de la fase REM. Los más frecuentes son el hablar durante el sueño o los episodios de confusión al despertar. La confusión del despertar consiste en la desorientación en el tiempo y el espacio, con lentitud para la ideación, expresión y respuesta a estímulos externos.
La conducta puede ser inapropiada o no, simple o muy compleja, tal como vestirse, caminar, comer, beber, o incluso conducir vehículos. Aparece tras ser llamados, por sonar el despertador, un timbre, o tras despertares naturales; el paciente no es plenamente consciente de lo que está haciendo, y cuando se despierta completamente ve cosas fuera de su lugar, y no tiene plena conciencia de lo ocurrido; del mismo modo no recuerda que le hubieran hablado ni haber mantenido conversaciones en esos minutos, cuando hay personas que lo han visto y oído con nitidez. La duración suele ser breve, pero puede alcanzar hasta varias horas. Son más frecuentes en el primer tercio de la noche y se presentan a cualquier edad, si bien es más frecuente en la infancia, siendo un proceso benigno que tiende a desaparecer.
También se clasifican en este grupo de enfermedades el sonambulismo, dolores diversos durante el sueño que producen despertares, taquicardias, sensaciones molestas como ahogo, o calambres en piernas durante la entrada en sueño. Al despertar se pueden producir terrores nocturnos; son típicos de niños, que se despiertan con sensación de pánico terrible, sudorosos y taquicárdicos.
Un tipo característico de las alteraciones en REM es lo que se llama trastorno de conducta de sueño REM; Se caracteriza por el aumento de movimiento, tono muscular y vocalizaciones en sueño REM, habitualmente provocando un comportamiento involuntario anormal (pegar, patalear, caminar, moverse en la cama), con una duración breve o de varios minutos. Ocurre en niños, que se dice son muy movidos durante el sueño, ya que se mueven y hablan como viviendo los sueños, pero también en adultos, especialmente en personas con enfermedades características (como la enfermedad de Parkinson entre otras). 
Algunos de estos pacientes con este trastorno de conducta en REM pueden incluso tener episodios de violencia, moviéndose mucho, e incluso golpeándose o golpeando al cónyuge. Otras parasomnias de fase REM son las pesadillas, la parálisis del sueño (aparición de periodos de parálisis con incapacidad para moverse voluntariamente en las fases de adormecimiento, o al despertar, situación más o menos angustiosa, con una duración de uno a varios minutos,) las erecciones dolorosas y los trastornos del ritmo cardiaco de fase REM.
En general, los pacientes pueden despertarse después de los episodios de parasomnias, quedándose perplejos de la situación, ya que no eran conscientes de estar haciendo nada.

Cómo se diagnostican

El diagnóstico de las parasomnias se hace fundamentalmente por la historia narrada por los acompañantes, y por lo que pueda añadir el propio paciente. Como la mayoría son leves y benignas no suelen acudir al médico, y se queda como un fenómeno familiar, ya que un tío, unos primos y un hermano también tienen un dormir parecido.
Cuando ocurren en adultos suele tener más trascendencia, y acuden al médico. En estos casos lo primero es diagnosticar exactamente los episodios. Para ello hay que observarlos, registrando si es posible el EEG y otras variables durante la noche y la imagen en vídeo.
Hay sistemas de registro con luces infrarrojas que permiten que el paciente duerma en situación prácticamente normal. El estudio de EEG y vídeo servirá para conocer en qué fase del sueño ocurren los episodios, y cómo son. También sirve para descartar que se trate de otros fenómenos, como la epilepsia que es la enfermedad que hay excluir en estos pacientes.
Otro tipo de estudios, como el EEG de rutina, el EEG de 24 horas, el estudio polisomnográfico habitual servirán para detectar otras enfermedades que pueden confundirse con las parasomnias.

Cómo se tratan

El tratamiento de las parasomnias va a depender de la parasomnia en concreto de la que se trate. Algunas no tienen y otras no necesitan tratamiento; pero otras tienen y necesitan tratamiento. En los pacientes diagnosticados con TDAH suelen desaparecer con el inicio del tratamiento del tdah
El trastorno de conducta de sueño REM es una de las parasomnias que tienen y necesitan tratamiento; son trastornos que por su violencia son a veces importantes, y responden muy bien al tratamiento con benzodiazepinas nocturnas, en concreto al clonazepam.
Este tratamiento se ha intentado en otras parasomnias, incluyendo las demás parasomnias de fase REM y de los trastornos de las transiciones de unas fases de sueño a otras, pero el éxito ha sido menor. Los antidepresivos tricíclicos también se han usado para muchas de las parasomnias pero el resultado varía mucho de unos pacientes a otros. El tratamiento del sonambulismo no es completamente eficaz.
Se han intentado tanto antidepresivos tricíclicos como benzodiazepinas, pero los resultados son pobres. En general, se recomienda proteger el entorno donde duerme la persona para evitar accidentes. En caso de presenciar un episodio se suele intentar acompañarle de nuevo a la cama, y que siga durmiendo, ya que aunque él no es consciente sí se suele poder establecer un mínimo de comunicación; despertarle de modo brusco no es ni bueno ni malo, únicamente puede producir una situación desagradable con perplejidad y susto.
Como son trastornos crónicos, que se arrastran habitualmente desde la infancia temprana, los padres saben como manejar estos problemas. En un porcentaje bajo de pacientes se prolongan más allá de la adolescencia. En situaciones nuevas (campamentos, matrimonio, etc.) se requiere información y formación a las personas que no han sufrido esta situación y ahora están expuestos a ella. Para la mayoría de las parasomnias el pronóstico es generalmente bueno, ya que con el tiempo tienden a disminuir en intensidad y a desaparecer.
El pronóstico del trastorno de conducta de sueño REM si no se trata no es bueno, ya que el paciente seguirá teniendo episodios; por este motivo es importante diagnosticar este proceso y tratarlo adecuadamente.
fotos de María Muñoz

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