Se estima que en México hay por lo menos 2.4 millones de adultos con de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), padecimiento que se creía exclusivo de infantes, y por ello 99% no recibe atención médica.
Lo anterior, deriva en endeudamientos, empobrecimiento, depresión, drogadicción, alcoholismo y suicidios prematuros, explicó Luis Méndez, miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.
Méndez, maestro en Neurociencias por la UNAM y ex presidente de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, precisó que hasta hace poco tiempo se creía que este trastorno que padece 5% de los infantes, es decir, cerca de tres millones de hasta 18 años, disminuía con el paso del tiem
po hasta desaparecer.
Sin embargo, dijo en entrevista, la OMS reconoció que el TDAH fue por años “un trastorno escondido” que padece 4% de la población adulta y que con frecuencia se
oculta con abuso de sustancias ilegales, alcoholismo, tabaquismo, conflictos interpersonales o de trabajo y otras dificultades.
“Son personas que cambian de interés muy a menudo. Sus periodos de atención son muy cortos, tienen problemas para organizarse y manejar el tiempo. Tengo una paciente
que no tuvo hiperactividad pero es demasiado distraída, se quedaba en la sala de espera por horas sin abordar el avión y varias veces se le olvidó pasar por sus hijos a la escuela, lo que le causó problemas con su
esposo”, explicó el especialista.
Por lo regular, los adultos con TDAH cambian de una tarea a otra sin concluir la primera y “tienen dificultad para controlar sus emociones: con facilidad se irritan, se exaltan, ”, describió.
Los adultos con TDAH, además, tienen dos veces mayor posibilidad de divorciarse, suelen hacer compras impulsivas y endeudarse con la tarjeta de crédito o solicitando préstamos para adquirir máquinas de ejercicio que no van a usar, o pagando en una academia tres idiomas al mismo tiempo.
Otra conducta de estos enfermos, abundó el experto, es mantener relaciones
de alto riesgo, y por ello su propensión es siete veces mayor de adquirir enfermedades de trasmisión sexual.
Ya sean niños, adolescente o adultos, 70% padece algún otro trastorno, como ansiedad, depresión, abuso y dependencia de sustancias e incapacidad de seguir reglas.
“Es común que tengan posiciones laborales de bajo perfil, que sus estudios académicos sean deficientes, que su nivel socioeconómico sea precario, que tengan constantes accidentes en auto y que su autoestoestima sea baja por su incapacidad de relacionarse, situación que a veces conduce al suicidio”, concluyó Méndez.
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