Antonio Moya trabaja desde hace 5 años con el Coaching, aplicándolo como una herramienta adicional y complementaria al tratamiento del TDAH. Para él, entre las figuras de los padres, profesores, médicos, psicólogos y otras muchas, el Coaching es una más.
El coaching es una disciplina emergente que instruye a las personas en cómo trabajar en algo, por objetivos, metas y retos, ya sean personales o profesionales de cualquier campo, incluso el educativo. Es un procedimiento por el cual la persona ejercita sacar lo mejor de sí misma, trabajando tácticas y buscando ser proactiva. Se educa la conciencia en lugar de seguir un manual. Importa el dónde estás, donde quieres ir, y los mecanismos para conseguirlo.
Es un proceso que aplicado a los niños con TDAH a través de los padres, resulta muy efectivo, con un principio y un final muy determinados, dotando a las personas involucradas, padres, docentes, etc. de las herramientas y habilidades necesarias, que genere la confianza y motivación necesaria para llegar a donde se quiere. Creer que se puede conseguir, estar seguro de que vas a conseguirlo, con optimismo y seguridad.
Los principales temas a trabajar en el Coaching coinciden bastante con las necesidades de los niños con TDAH: Manejo del tiempo, prioridades, terminar los trabajos o proyectos, organización, planificación, como decir No o poner límites y el pensamiento positivo. En Coaching no se enseña nada, por el contrario, se trata de ayudar a aprender por uno mismo.
Lo más importante para el Coach, o gerente de la conducta, es saber que quién tiene enfrente, es quien tiene su propia solución. El Coach no explora los problemas emocionales subyacentes, sino que ayuda a que la propia persona encuentre la solución, dirigiéndole hacia dónde quiere llegar y ayudándole para que pueda llegar allí.
Un buen coach debe tener fundamentalmente unas buenas habilidades de comunicación y de empatía, ser flexible y mantener una actitud positiva. El coach interviene con el individuo en la utilización de técnicas de organización, en la creación de planes de actuación, de estrategias, en fijar objetivos y superar obstáculos para que el sujeto desarrolle la capacidad de efectuar cambios positivos que afecten a la mejora de su calidad de vida.
En el Coaching se trabaja con la persona o con el entorno, por eso las asociaciones pueden ser tan importantes al tener acceso al entorno del niño.
Al igual que en el TDAH se refuerzan las conductas positivas, el Coaching intenta cambiar el BIEN/MAL por UTIL/NO UTIL.
Fotos y resumen: JL Cabero
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