Unos pocos minutos de ejercicio físico al día son
suficientes para mejorar el rendimiento escolar de niños con TDAH (Trastorno
por Déficit de Atención con Hiperactividad), según un nuevo estudio de la
Universidad Estatal de Michigan
El TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
(TDAH) es uno de los trastornos conductuales más comunes en todo el mundo:
afecta a un 5-10% de la población infantil y juvenil. Es un trastorno
neurológico provocado por el desequilibrio entre dos neurotransmisores
cerebrales, la noradrenalina y la dopamina, lo que afecta a las áreas del
cerebro encargadas del autocontrol y del comportamiento. Sus síntomas suelen
ser hiperactividad, impulsividad (dificultad para controlar conductas,
emociones) y falta de atención (le resulta muy difícil concentrase en una tarea
concreta). Es un trastorno predominantemente masculina: el 80% de los afectados
son niños. Las causas se desconocen, aunque algunos científicos han propuesto
la hipótesis de que podría ser provocado por un retraso en el desarrollo de
ciertas áreas cerebrales.
EL ejercicio, posible complemento al tratamiento farmacológico
El nuevo estudio, publicado en Journal of Pediatrics,
demuestra que los niños que padecen TDAH mejoran su concentración y se distraen
menos después de haber realizado ejercicio físico. Esto, en opinión de los
investigadores, confirma que el ejercicio podría ser una herramienta no
farmacológica útil para combatir el TDAH. Aunque ya existen diversos fármacos
para el tratamiento del TDAH en niños y adolescentes, muchos padres y
profesionales sanitarios están preocupados por los posibles efectos secundarios
a largo plazo.
En el estudio llevado a cabo por investigadores de la
Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos), participaron cuarenta niños
de edades comprendidas entre los 8 y los 10 años, la mitad de los cuales con
TDAH. A unos se les pidió que pasaran 20 minutos caminando rápidamente en una
cinta ergométrica o leyendo sentados. A continuación, se les hizo contestar a
un cuestionario de comprensión oral y a un examen de matemáticas. También tuvieron
que jugar a un sencillo videojuego que requería ignorar estímulos visuales para
determinar en qué dirección nadaba un pez de dibujos animados.
Los resultados mostraron que los niños que habían hecho
ejercicio lo hicieron mejor en todas las pruebas. En el videojuego, los niños
con TDAH pudieron aminorar el ritmo después de haber cometido un error para así
evitar repetir fallos, algo que resulta muy difícil a las personas con este
trastorno. Por tanto, sería recomendable aumentar las horas de ejercicio físico
en las escuelas, concluyen los investigadores.
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