Una de las mayores dificultades que se encuentran familias y
docentes con el niño TDAH, es la de conseguir que obedezcan y cumplan las
normas.
Para ello, muchos utilizan aquello que consideran más fácil
y rentable, como es el castigo, la imposición o la riña. Sin embargo, cuando
utilizamos estas estrategias negativas, causamos el efecto contrario, ya que
los niños ven la norma como algo impuesto y no como algo favorable para ellos
mismos. Puede servir en un momento determinado, pero así no conseguiremos que
el niño lo realice de forma positiva, lo mecanice y lo generalice a otras
situaciones, ya que el niño lo valora como un castigo.
“Lo positivo atrae a lo positivo”; es como un imán, por lo
que tener paciencia y trasladar la norma con un tono tranquilo y potenciando
que el niño entienda que nos preocupamos por él y es para conseguir su
bienestar, serán fundamentales para conseguir dicha labor.
Incluso debemos intentar buscar siempre la forma de decir
“si” a las peticiones de los niños, ajustándolos también a nuestras necesidades
y a sus propias obligaciones. Así, por ejemplo, si el niño nos pide jugar, le
diremos que si, pero después de realizar la tarea.
Los refuerzos constantes a nivel social, remarcando lo bien
que lo están haciendo y lo orgullosos que nos sentimos de ellos, serán la
guinda para conseguir aquello que más anelamos:
LA OBEDIENCIA. por fbusto
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