Por reginacobo
Siento coraje cuando conozco el bajo número de alumnos
presentados este año a la prueba de selectividad adaptada para niños con TDAH
en la Universidad de Cantabria.
También me hace reflexionar sobre los motivos por los que
este número es tan bajo y de como podríamos difundir ciertos factores que quizá
muchos padres y muchos orientadores desconozcan y que facilitarían el acceso a
un mayor número de afectados de TDAH a dicha prueba y se beneficiarían de ella.
En principio, decir, que la Universidad de Cantabria ha sido
una de las primeras Universidades de España en establecer esta prueba y que el
departamento del SOUCAN (Servicio de Orientación Universitaria de la Universidad
de Cantabria) pone todas las facilidades que están en sus manos para que esta
prueba se realice. Evidentemente, todo es mejorable, pero estoy segura que este
departamento seguirá en la línea de aportar soluciones a estos chicos. Pero nos debiéramos preguntar ¿Por qué si la Universidad
pone facilidades, hay tan pocos chicos afectados de TDAH que realizan esta
prueba adaptada?
A mi juicio son pocos los factores que influyen y en los que
debemos trabajar:
El primer factor es el ya conocido fracaso escolar, es
decir, aproximadamente el 40 % de los chicos ya fracasa y abandona sus estudios
al finalizar la secundaria, por no decir que les es un sacrificio completarla y
sólo un 25 % accede a Estudios Universitarios. Esto supone que un 75 % de estos
chicos se quedan en el camino.
Un segundo factor es que a los chicos que pasan a
Bachillerato, aún habiendo sido diagnosticados de TDAH, ya sea por un
departamento público o por uno privado, no se les ha realizado ninguna
valoración Psicopedagógicapor los Equipos de Orientación de los Centros que
establezca que sean alumnos con necesidades específicas y son, precisamente,
éstas necesidades específicas las que determinan las adaptaciones en las
pruebas de selectividad.
¿Qué quiere decir esto? Pues quiere decir que si el
orientador determina en su valoración que el chic@ tiene disortografía,
disgrafía, dislexia, que es cojo, manco o ciego, etc., la prueba le debe ser
adaptada en razón a sus necesidades. Necesidades de una silla especial, del uso
del ordenador para escribir, de pruebas orales, etc.
El problema es que la mayoría de los orientadores desconocen
que son ellos mismos los que deben comunicar a los departamentos de los
Servicios de Orientación Universitarios de cada Universidad cuales son las
necesidades de los chic@s de cara a las pruebas. Otro problema añadido es que
los orientadores no consideren que los alumnos con TDAH sean chic@s con
necesidades. Sino, no tiene explicación.
Es importante y fundamental que los padres conozcan sus
derechos y luchen por conseguirlos. Tienen derecho a solicitar la valoración de
alumno con necesidades específicas de sus hijos, por escrito, y solicitar una
contestación ya sea afirmativa o negativa, pero también por escrito. Es decir,
si el orientador considera que el chic@ no precisa de necesidades específicas,
que lo conteste por escrito, no de palabra.
Como siempre, espero que mis humildes experiencias os puedan
servir de ayuda. Os quiero ver a todos a principio de septiembre en las
secretarías de los centros solicitando la valoración, siguiendo los pasos que
os recomendé en otro artículo del blog titulado “Como conseguir la valoración”
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