Nuestro hijo fue diagnosticado de Trastorno por déficit de
atención con hiperactividad (TDAH) hace unos años. Sin embargo, investigando en
la red me he encontrado con el trastorno de aprendizaje no verbal (TANV) y
encuentro que mi hijo responde más al perfil de este último.
¿Qué diferencias
hay entre el TANV y el TDAH?
Esta es una consulta que me han hecho algunas familias
incluso compañeros orientadores. En esta entrada trataré de responder a ella.
CONSIDERACIONES PREVIAS
Cada día voy creyendo más que no existen los trastornos sino
las personas que tienen determinadas dificultades. Sin embargo, seguimos
utilizando las etiquetas diagnósticas como una forma de poder entendernos y de
hablar sobre una serie de situaciones parecidas. En todo caso, debemos tener en
cuenta las siguientes consideraciones:
1º. Sobre el TDAH
El TDAH es un trastorno cuyo núcleo del problema o “síntomas
diana” son:
Las dificultades de atención que hace que no se pueda
funcionar con normalidad en los contextos habituales (colegio y hogar
fundamentalmente).
La impulsividad o falta de autocontrol, demostrado también
en diferentes contextos y que deteriora la vida escolar, social y/o familiar.
La hiperactividad que supera lo esperado en esa edad, que se
manifiesta en el contexto escolar y familiar y que igualmente deteriora el
funcionamiento normal del niño o de la niña.
El TDAH parece ser un trastorno de origen neurológico
relacionado con alteraciones en los niveles bioquímicos de determiados
neurotransmisores.
Por último, el TDAH es un trastorno reconocido por la
comunidad científica y que aparece en los catálogos diagnósticos más
importantes: CIE-10 y DSM-IV
2º. Sobre el TANV
EL TANV es un trastorno cuyo núcleo del problema es una
alteración de las funciones tradicionalmente asociadas con el hemisferio
derecho del cerebro y que tienen un carácter no verbal. Estas funciones
afectadas son habitualmente:
La orientación y estructuración espacial, así como la
visiopercepción.
Las praxias o control motor fino necesario para escribir,
dibujar o para acciones cotidianas como abrir y cerrar con llave, hacer la
lazada a los zapatos, abrochar botones etc.
Prosodia o cambios en la entonación del habla
Habilidades no verbales de la comunicación.
Las personas que presentan características compatibles con
el TANV, por su parte, parece tener preservadas las funciones tradicionalmente
asignadas al hemisferio izquierdo: lenguaje comprensivo y expresivo, lectura,
cálculo…
Las dificultades que presentan los niños y niñas con TANV le
suelen impedir funcionar con normalidad en el contexto escolar, social y
familiar: tienen mala letra, son lentos en tareas de lápiz y papel, los
cuadernos tienen mala presentación, tienen dificultades en la interacción
social, para entender el doble sentido o para regular los aspectos no verbales
de la comunicación, etc.
No es un trastorno reconocido por los manuales diagnósticos
DSM-IV o CIE-10. Comparte algunas características del trastorno de la
coordinación o con el trastorno de aprendizaje sin especificar, pero no se
puede identificar con esos cuadros.
DIFERENCIAS ENTRE EL TANV Y TDAH
1º. La atención
Mientras que en el TDAH la atención está significativamente
afectada y constituye uno de los núcleos del problema, en el TANV no es un
síntoma diana, aunque los niños con TANV pasen por despistados y tengan
problemas de atención.
El principal problema de los niños con TDAH es su déficit de
atención, en los del TANV no lo es.
2º. La impulsividad
Mientras que en el TDAH la impulsividad y la hiperactividad,
junto con los problemas que ambos conllevan, son otros de los síntomas diana y
de los que provocan mayor deterioro, en el TANV la impulsividad o
hiperactividad no suele estar presente y no es uno de sus rasgos definitorios.
3º. El Comportamiento
El comportamiento de los chicos y chicas TDAH suele ser más
disruptivo y molesto tanto en el colegio como en el hogar. Los problemas de
conducta suelen ser uno de los “caballos de batalla” de profesores y familias.
Normalmente este comportamiento suele ser consecuencia del déficit de atención,
de la hiperactividad y de la impulsividad.
En el caso de los niños y niñas con TANV, el comportamiento
no es problemático. Puede desesperar su parsimonia o lentitud, pero no su
comportamiento disruptivo.
4º. Rendimiento escolar
En términos generales, los alumnos con TDAH tienen un
rendimiento escolar peor. Las dificultades atencionales y la impulsividad suele
afectar a casi todas las materias y actividades.
Por su parte, los alumnos con TANV suelen tener mal
rendimiento en tareas de orientación espacial
y en tareas de lápiz y papel. Pero destacan por la riqueza de
vocabulario, información que acumulan y capacidad de razonamiento lógico
verbal. De esta forma, suelen destacar en lengua (por ejemplo en ortografía),
matemáticas, lengua extranjera o en Conocimiento del Medio, cuando se les
permite otros formatos que no sea solo el escrito.
Por otro lado, los profesores suelen definir a los niños con
TDAH como “despistados” e “inquietos”. A los niños con TANV, los suelen
catalogar como “vagos” o “lentos”, porque comprueban que “cuando quieren”, su
rendimiento es muy bueno.
5º. Psicomotricidad fina
Los niños y niñas con TDAH pueden tener problemas de
psicomotricidad gruesa y fina: tener mala letra o cierta torpeza motriz; sin
embargo, esto no es el núcleo de su problema y es más bien consecuencia de su
impulsividad, falta de atención o hiperactividad.
En los niños y niñas con TANV, este es uno de los núcleos
del problema y sus dificultades no parecen asociarse a impulsividad o falta de
atención.
6º. Relaciones sociales
Por último, tanto los niños y niñas con TDAH como con TANV
pueden tener problemas en las relaciones sociales.
En el caso de los TDAH sus problemas suelen ser consecuencia
de la impulsividad e hiperactividad. A veces hacen trastadas por este motivo o
molestan a sus compañeros de manera que llegan a ser evitados por sus iguales.
Sin embargo en el alumnado con TANV, las dificultades de
relación social están provocadas más bien por la dificultad de comprender las
claves no verbales de la relación social, como ciertas sutilezas de la
interacción, dobles sentidos, miradas, gestos o la capacidad de ponerse en
lugar del otro.
LO QUE SÍ COMPARTEN
Estas son, desde mi punto de vista las diferencias más
importantes entre los chicos y chicas que padecen TDAH y TANV. En muchas
ocasiones el diagnóstico diferencial es muy difícil de establecer ya que
comparten otras características:
1º Necesidades educativas
Ambos tienen unas necesidades educativas, unos puntos
débiles que requieren respuesta.
2º. Respuesta educativa
Tanto los niños con TDAH como los que presentan TANV
necesitan una respuesta educativa a sus necesidades. La respuesta pasa por
medidas de adaptación y medidas de estimulación de sus aspectos más
deficitarios.
3º. Necesidades emocionales
Por último, tanto los niños con TDAH como con TANV tienen
unas necesidades emocionales. La sensación de frustración y de fracaso suelen
tenerla a flor de piel porque es algo que experimientan con frecuencia.
Ayudarles a aceptar sus dificultades y a afrontar las exigencias de la vida
cotidiana es otro aspecto importante a considerar.
En otra entrada explicaré las diferencias entre el TANV y el
Síndrome de Asperger. Espero que esta entrada ayude a familias y profesionales
y nos mentalice a todos de la necesidad de responder a este tipo de
dificultades.
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