sábado, 24 de noviembre de 2012

LO QUE LOS PADRES QUISIÉRAMOS QUE LOS PROFESORES SUPIERAN SOBRE EL TDAH


Escrito por Lisa Gridley (Ontario, Canadá)

Traducido y adaptado por la Dra. Elena Díaz de Guereñu
http://tdahvitoriagasteiz.com
  1. Educar a un hijo con TDAH exige mucho esfuerzo y toda ayuda es bienvenida. Los profesores tenéis una gran influencia en el concepto que nuestro hijo tiene de sí mismo; os pedimos que hagáis todo lo posible para ayudarle a elevar y mantener alta su auto-estima.
  2. Así como una persona ciega debe adquirir determinadas habilidades para valerse por sí misma, queremos que nuestra hija aprenda las habilidades que necesita para salir adelante en todas las facetas de su vida. Tendrá que aprender a organizarse, a ser puntual, controlar su conducta, planificar y completar sus tareas, hacer amigos y conservarlos. Para ello, precisará el apoyo constante de quienes convivimos con ella, entre ellos vosotros.
  3. Todos los estudios científicos confirman que el TDAH no es consecuencia de una mala educación; podéis estar seguros de que en casa hacemos cuanto podemos para tratar el TDAH de nuestro hijo. Los estudios insisten también en la importancia de la coherencia entre el manejo del TDAH en casa y en el colegio para aumentar las posibilidades de éxito.
  4. Las personas con TDAH tienen dotes especiales: mente creativa, curiosidad, energía sin límites, sentido del humor, audacia, capacidad de liderazgo, resistencia… A menudo muestran una capacidad increíble en determinadas áreas: Informática, Matemáticas, Música… A veces, cuando tratamos de corregir su conducta de nuestra hija, nos fijamos más en sus defectos que en sus puntos fuertes; hemos de descubrir esos puntos fuertes, para que consiga sus objetivos a su propio modo.
  5. El sistema educativo exige a los alumnos permanecer sentados y en silencio durante horas, escuchando y haciendo sus tareas individualmente. Es el peor ambiente posible para una persona con TDAH. No podemos cambiar este sistema, pero sabemos por experiencia la importancia de comprender qué es el TDAH y cómo afecta a los niños. Nos encantaría colaborar con vosotros para establecer estrategias, buscar recursos para solucionar conflictos, acordar sistemas de recompensas y todo aquello que os pueda ser útil.
  6. Por favor, poneos en contacto con nosotros siempre que lo necesitéis, antes de que los problemas se agraven. Y recordad que nos gusta enterarnos de los progresos, no sólo de las noticias negativas.
  7. También nosotros necesitaremos comunicarnos con vosotros a menudo; no trataremos de aprovecharnos de la situación, podéis estar seguros. Indicadnos la mejor forma de contactar; el correo electrónico puede ser muy útil.
  8. Las personas con TDAH tienden a malinterpretan las reacciones o comentarios de otras. Nuestra hija nos puede contar algo que le ha pasado en casa o en el colegio tal como ella lo ha percibido, pero puede no haber sucedido exactamente así. Es importante que, antes de tomar decisiones, comprobemos lo que ha pasado realmente.
  9. Es necesaria la comunicación frecuente, no sólo para informar sobre conductas negativas, sino también para compartir los progresos hacia conductas positivas. Una persona con TDAH hace un enorme esfuerzo y necesita estímulos positivos; si sólo reciben reacciones negativas, acabará rindiéndose. Y también dejará de colaborar con nosotros si percibe que nos comunicamos sólo para contarnos qué ha hecho mal esta vez.
  10. El TDAH no justifica el mal comportamiento, pero ayuda a comprenderlo. Queremos que nuestra hija se porte bien con los demás, pero necesitará ayuda y motivación para conseguirlo. Es importante que reciba respuestas inmediatas, positivas y constructivas. Nuestra hija necesita instrucciones específicas y modelos de conducta. Si se porta mal, llevadla aparte para explicarle qué ha hecho mal y por qué (cómo afectó a la otra persona) y mostradle cómo debería haber actuado. Y no olvidéis felicitarla cuando veáis que ha mejorado.
  11. Los deberes de casa son un quebradero de cabeza para nuestro hijo y para nosotros, por sus problemas de organización. Por favor, ayúdale a mejorar en este aspecto; él hará también un esfuerzo y, en todo caso, el TDAH no servirá como excusa para no hacer los deberes.
  12. Los problemas de memoria a corto plazo son otra consecuencia del TDAH. Insistir en que debe responsabilizarse de recordar las cosas sin enseñarle cómo hacerlo sólo nos llevará al fracaso y a más frustración.
  13. El que nuestro hijo olvide en clase los libros y materiales necesarios para sus deberes nos produce mucho estrés, a él y a nosotros. Por favor, ayudadle a organizarse para que salga de clase con todo lo necesario. Podríamos incluso tener otro juego de libros en casa.
  14. A nuestra hija le cuesta recordar varias instrucciones recibidas a la vez. Por favor, dádselas por escrito para que nos podamos asegurar de que termina correctamente todos los deberes. Por desgracia, puede llegar a dejarse esas instrucciones en el colegio, por lo que recibirlas por e-mail o tener el teléfono de alguien de su clase puede ser muy útil.
  15. Haremos cuanto esté en nuestra mano para que nuestro hijo entregue sus trabajos con puntualidad, pero necesitaremos vuestra ayuda, ampliando los plazos de entrega si nuestro hijo tiene motivos justificados para necesitarlo. Nosotros ayudaremos a nuestro hijo a planificar los trabajos, dividiendo los más extensos en partes, fijando plazos para cada una y comprobando que se cumplen, pero cualquier ayuda que podáis prestarle en la escuela será tremendamente útil.
  16. No pensamos hacer los deberes por ella; si lo hiciéramos, sólo conseguiríamos hundir su autoestima y distorsionar vuestra percepción de su rendimiento y su progreso. Es muy importante que sea ella quien haga su trabajo y consiga las notas con su propio esfuerzo.
  17. Vamos a establecer y mantener un sistema para asegurar que todos los deberes se entregan en clase. Por favor, fijad una rutina para que os los entregue. Si falla alguna vez, hacédnoslo saber de inmediato.
  18. Cuando una persona con TDAH tiene un profesor que comprende lo difícil y frustrante que resulta tener este trastorno, el colegio puede convertirse en una experiencia fantástica, un lugar donde crecer, aprender y sentirse orgullosa de sí misma. Sin embargo, cuando su TDAH no es entendido, esa persona se siente fracasada y corremos el riesgo de que acabe tirando la toalla en el colegio y dedique sus maravillosas energías a actividades inútiles o incluso dañinas.
Esperamos poder trabajar juntos para explotar las especiales cualidades de nuestros hijos.

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